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| Foto: M. Moralejo/La Voz de Galicia |
Una de las mayores preocupaciones del celtismo en este arranque de campeonato está siendo el rendimiento de Stanislav Lobotka. El internacional eslovaco no acaba de arrancar en su nueva posición, ligeramente más adelantado que el año pasado, y a pesar de que no es ni mucho menos uno de los peores jugadores del equipo, está lejos del rendimiento ofrecido la pasada temporada.
El centrocampista céltico protagonizó una de las pocas noticias positivas del pasado sábado con su juego, especialmente en la primera mitad, donde estuvo bastante bien en la construcción, y ayudando en tareas defensivas. Ayudó el sistema elegido por Mohamed, que en este caso optó por el toque en corto dando mayor protagonismo a los volantes en la construcción.
Se quejaba hace unas semanas el propio Lobotka de que la nueva posición no era su favorita, que prefería jugar de “6” como la pasada temporada, pero lo que más daño le hacía era la idea elegida en los últimos encuentros de conectar directamente desde la defensa a Maxi Gómez con pelotazos. El eslovaco se pasaba el partido viendo balones como si fuesen aviones. Con el Celta jugando por el suelo y otorgándole mayor protagonismo, volvió a demostrar su calidad.
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