Al finalizar el partido contra el Alavés, en medio de la ira contra Antonio Mohamed, se colaron las protestas de varios aficionados de movilidad reducida que se quedaron literalmente atrapados en el Estadio al finalizar el choque ante el equipo babazorro. Aproximadamente una decena de aficionados necesitan utilizar el ascensor de la grada de Río para acceder a su ubicación y para salir de la misma.
Después de que del Cerro Grande señalase la finalización del encuentro se dirigieron como habitualmente hacen al ascensor situado en la grada con ese fin, y para su sorpresa este no funcionaba. Según relataron los afectados a través de las redes sociales, las puertas se abrían pero el aparato no se movía.
No sería hasta la medianoche, es decir una hora después de que se acabase el partido, cuando pudieron abandonar el estadio. Una situación que ha indignado a los afectados, y a los aficionados del Celta, que en su mayoría se solidarizaron con la situación vivida por estos celtistas. La situación es especialmente grave si tenemos en cuenta que la Grada de Río ha sido reformada recientemente.
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