A pesar de estar solo dos temporadas en el Celta, Vicente Engonga dejó huella en el club celeste. Barcelonés de nacimiento, aunque cántabro de corazón, militó en el equipo vigués entre 1992 y 1994, y era uno de los componentes del Celta que disputó la final de Copa en 1994 ante el Real Zaragoza, siendo titular indiscutible y unos de los pilares sobre los que se sustentaba el juego de los de Txetxu Rojo.
Tras dejar el Celta fichó por el Valencia, y posteriormente jugó en el Real Mallorca, donde vivió sus mejores años como futbolistas. Tras su estancia en las Islas Baleares fichó por el Oviedo, y colgó las botas en el Coventry City. Engonga fue internacional en 11 ocasiones con la selección española, y participó en la Eurocopa que se celebró en Bélgica y Holanda en el año 2000.
Tras colgar las botas dirigió su carrera hacia los banquillos, ejerciendo de asistente en varios clubes, además de entrenar en las categorías inferiores del Mallorca, y ser seleccionador de Guinea Ecuatorial. Hace unos meses se convirtió en el segundo entrenador del Ibiza, y ayer la Federación Española de Fútbol anunció su nombramiento como uno de los delegados federativos en el equipo nacional absoluto.
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