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| Foto: RC Celta |
El gran mérito del Celta en este mercado de fichajes ha sido retener a sus principales figuras. Se marcharon algunos jugadores titulares, como Sergi Gómez, Jonny o Wass, todos ellos futbolistas que terminaban contrato en 2019, pero ninguno de ellos primeros espadas, ni los más valorados del club. Tal vez Wass pueda entrar en esa descripción, puesto que fue titular los tres años que estuvo en Vigo, pero el Celta logró retener a los Iago Aspas, Maxi Gómez, Lobotka y Pione Sisto.
Y es algo verdaderamente meritorio, que permitirá al Celta seguir creciendo con un balance positivo en lo relativo a ventas y traspasos. El Celta ha ingresado casi 10 millones más de lo que se ha gasto este verano, y todos tenemos la sensación de que la plantilla es mejor que la del año pasado. Faltó redondear la faena con la venta de Radoja, que ha decidido seguir en Vigo a pesar de que no contará con opciones durante todo el curso, y hubiera estado bien poder ceder a jugadores como Jozabed, Mazan o Hjulsager, cuya participación este año será meramente testimonial.
Poco que reprochar al club en un año fantástico. Poner a la venta a los jugadores que terminaban contrato en 2019, y que se irían gratis el próximo año, ha permitido retener a las grandes figuras del equipo. Un acierto en suma, que dotó al club del suficiente músculo financiero para reforzar el equipo convenientemente, y evitó la obligación de traspasar a alguno de estos cuatro jugadores.
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