Varios aficionados del Celta se llevaron una buena sorpresa ayer cuando acudieron al Estadio Municipal de Balaídos a renovar su abono. Según refiere este viernes Faro de Vigo, no fueron pocos los que acudieron a las taquillas del estadio céltico dando por hecho que estarían abiertas después de que el club informase que el día de ayer sería hábil, encontrándose con la sorpresa de que estas estaban cerradas.
Estos aficionados, que en muchos casos eran de fuera de Vigo, realizaron un viaje a la ciudad olívica que finalmente resultó baldío, para indignación de los damnificados. Según relata el diario decano, este hecho provocó un profundo malestar ya que alguno pretendía tramitar el abono como regalo de reyes, lo que ya resultó totalmente imposible. Un detalle que el club debería de tener en cuenta para futuras ocasiones. El trato al abonado no siempre es el adecuado, y dado que la intención del club siempre es proteger a los aficionados, estamos seguros de que tomarán buena nota para el futuro.
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