El Déjà vu de Eusebio Sacristán

Foto: LFP

Es muy posible que cuando Eusebio Sacristán abandonaba ayer el antiguo estadio de El Madrigal, hoy conocido como el Estadio de La Cerámica, pudo haber sentido una especie de Déjà vu, que le trasladaría en el tiempo a exactamente hace 7 años, que son los que hoy se cumplen desde aquel día en el que un Celta que peleaba por la permanencia en Segunda División, eliminaba al Villarreal y se clasificaba para los cuartos de final de la Copa del Rey. 

Sí, con Eusebio en el banquillo. El técnico castellano que ayer dirigió a la Real Sociedad, que logró el pase a cuartos tras eliminar al Villarreal. Igual que hace 7 años, pero con el matiz de que aquello, lo logrado en 2010, fue una sorpresa enorme, y lo de ayer fue algo lógico teniendo en cuenta el resultado de la ida y la gran temporada que están llevando a cabo los donostiarras. 

Y no sabemos si Eusebio se habrá acordado de aquel día, pero yo sí. Recuerdo aquel partido como uno de los más especiales en una época en la que los partidos eran bastante vulgares. Y eso que no fue un gran partido. El partido de ida se había saldado con un empate a uno, que parecía conducir a la lógica sentencia por parte del Villarreal, que ya por entonces era uno de los mejores del país. 

Y lo cierto es que el guión transcurrió así durante gran partido del partido de vuelta. Dominaban los amarillos, Yoel se ganaba el derecho a ser el portero del futuro del equipo, y parecía imposible que el Celta anotase el gol que necesitaba para pasar de ronda. Pero casi en tiempo de descuento se le apareció Fernández Borbalán al Celta, señalando un inexistente penalti del ex céltico Ángel sobre Botelho. Al brasileño lo recordaremos por esto durante años. Roberto Trashorras lo transformó. Eusebio había llevado al Celta hasta los cuartos de final de la Copa, que nos depararían otra preciosa historia ante el Atlético. Ayer volvió a hacerlo con la Real Sociedad. En Villarreal empezarán a temerle cada vez que se cruce con ellos en los octavos de final de la Copa.