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| Foto: Preferencia Celeste |
La obra de Balaídos va camino de convertirse en la nueva Sagrada Familia, y eso que los planos de Pedro de la Puente son bastante menos ambiciosos que los de Gaudí, pero los retrasos superan a la catedral barcelonesa. Lejos quedan las promesas del Alcalde, que aseguró en su momento que la grada de Tribuna estaría terminada antes del comienzo de la Liga, y tras un tercio de la misma, aún no se han acabado.
Después la fecha era para el inicio de la Europa League, después para el último partido en casa de la competición, y posteriormente para el final del mes de noviembre, que termina mañana sin visos de que la obra esté, ni mucho menos, acabada. Durante estos días los operarios se afanan con los palcos VIP, que están aún muy verde, y están colocando la piel definitiva, que cubrirá el revestimiento de aluminio que lleva la grada.
Por el avance de los últimos días, y lo que aún queda, da la sensación de que la obra necesita que el Alcalde ponga otro plazo sin garantizar que se cumpla. Y eso que las obras iban a estar terminadas para la Temporada 2017-18. Y no hablamos de la primera grada que se toca, sino la reforma integral del estadio. El retraso de esta obra influye en las demás, y otro plazo que se da ahora es entre marzo y mayo para iniciar la reforma de la grada de Río, que será mucho menos farragosa que la de Tribuna, ya que solo hay que retirar la cubierta y colocar la nueva, además de cambiar las butacas, que serán como las colocadas en Tribuna.
Habrá que seguir esperando para ver la obra terminada, aunque ya enfila la recta final. Con las prisas ha habido algunos fallos, como las goteras que hay en los baños y en otras instalaciones de la nueva grada.
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