Foto: Miguel Riopa/Getty Images |
Andalucía ha sido, a lo largo de la historia, uno de los principales viveros del Celta dentro de España. Más de una cuarentena de jugadores procedentes de esta Comunidad han defendido los colores celestes. José Naranjo será uno más, pero en moiceleste hemos hecho una selección muy personal para elaborar una lista con los 10 mejores jugadores andaluces en la historia del Celta. Espero que os guste. Podéis consultar aquí la lista al completo.
1 Nolito (2013-16) 103 partidos / 39 goles
Cerramos el Ranking, con el que, a nuestro juicio es el mejor jugador andaluz en la historia del Celta. Nolito pasa por ser el jugador del Celta que más veces ha sido internacional vistiendo la camiseta celeste, y el traspaso más caro en la historia celeste, entre otros logros. No solo es el mejor andaluz, sino uno de los grandes en la historia celeste. Esperemos que os haya gustado esta lista.
Nolito, extremo izquierdo con duende. Jugó en el Celta durante tres años repitiendo una y otra vez la misma jugada que los rivales eran incapaces desentrañar. Su talento aupó al Celta, que regresó a competiciones internacionales, y se fue dejando en la caja 18 millones de euros. Ahí es nada. Y eso que su infancia no auguraba un futuro prometedor. Criado por sus abuelos, ya que su madre biológica, en prisión, no podía hacerse cargo de su educación.
Creció rodeado de sus tíos, once en total, a los que llama hermanos, y de sus abuelos, a los que llamá papá y mamá. El abuelo Manuel y la abuela Dolores le educaron en la humildad, en el respeto y en el trabajo, lo que llevó al extremo el pequeño Nolito, a quien se le vio un talento infinito para el fútbol desde bien pequeñito. Su abuelo era patrón de barco, y desde pequeño se tuvo que conformar con tener menos regalos con sus amigos, lo que no le impidió tener una infancia feliz.
En Sanlúcar de Barrameda, la localidad en la que nació y se crió Nolito, todos le conocían por su carácter alegre. Por muchos golpes que le haya dado la vida, él nunca renuncia a su alegría. El fútbol le hizo marcharse joven de casa, y le obligó a separarse de su familia y de sus amigos. A los 16 años se fue a Valencia para jugar en las categorías inferiores del equipo ché, un suceso que le hizo madurar, y le hizo ver en el fútbol más como una profesión que como un simple divertimento.
Sin embargo no hizo carrera en el Valencia. Regresó a Sanlúcar y jugo con el Atlético Sanluqueño, con quien destacó siendo un juvenil. De ahí pasó al Écija, donde su fama trascendió lo local en un partido de Copa en el que le marcó al Real Madrid. Ahí nació el Golito de Nolito, gracias a una portada del diario Marca recordando el tanto anotado por un desconocido futbolista al todopoderoso conjunto de la capital.
Aquel gol le situó en el mercado. Nolito siempre reconoce que aún no era futbolista por entonces, estaba pasado de peso, no prestaba atención a la alimentación ni vivía como un futbolista. Solo su inmenso talento le permitía mantenerse en Segunda B, pero como tantos otros corría el riesgo de perder la ilusión si no evolucionaba. Aquella eliminatoria le puso en el mapa y el que llamó a su puerta entonces fue el Barcelona.
Las puertas de la Masía se abrían de par en par para el delantero andaluz, que estaba a punto de cumplir 22 años cuando llegó a Barcelona. No era precisamente un chico joven, era un fichaje “raro” para un filial. Demasiado mayor pensarían muchos, algo que se olvidó pronto cuando lo vieron jugar. En Barcelona aprendió a vivir como un futbolista, a cuidarse y sacar partidos de sus virtudes.
Allí conoció a Luis Enrique, un entrenador clave en su carrera deportiva. El asturiano comenzaba su andadura, sustituyendo a Guardiola, que había pasado al primer equipo ese mismo año. Nolito marcó 4 goles en 28 partidos durante su primer año, y de cuando en vez iba convocado con el primer equipo. Al año siguiente explotó con 12 goles en 35 partidos, que sirvieron para el filial azulgrana lograse el ascenso a Segunda División.
Nolito estaba por fin en la élite. En Segunda demostró ser mejor jugador que en Primera. Su debut se produjo en Balaídos, ante un Celta al que derrotó el filial azulgrana de forma un tanto injusta. En aquel equipo jugaban Fontàs, Planas, Sergi Gómez y Nolito, quienes años más tardes estarían juntos en el Celta.
Aquel año marcó 13 goles en Segunda, y le llegó la oportunidad de debutar con el Barcelona en Primera. Fue un partido ante el Mallorca, solo disputó 12 minutos, entrando en el campo por Pedro, pero fue suficiente para él. Su debut llegaba tarde, a punto de cumplir los 24 años, como casi todo en su carrera deportiva. Sin más oportunidades en el Barcelona, acabó saliendo rumbo a Lisboa para probar suerte el fútbol portugués con el Benfica.
Tras un primer año positivo, la falta de confianza del entrenador le relegó a la suplencia, encontrando una vía de salida en la cesión al Granada, que le permitía ser importante en Primera División por primera vez en su carrera. Con el conjunto nazarí logró la salvación, anotando 3 goles en 17 partidos. Volvió a Lisboa, pero ya no jugaría más en el Benfica, que lo traspasaría al Celta en el verano de 2013 por 2,5 millones de euros.
El motivo de su llegada al Celta tiene nombre y apellidos: Luis Enrique. El técnico asturiano aterrizó en Vigo y lo primero que hizo fue pedir a su ex pupilo. Se puso tan pesado que el Celta hizo un esfuerzo económico importante, porque esos 2,5 millones solo suponían el 70% del pase del jugador.
En sus primeros meses en Vigo, el delantero andaluz no pudo esquivar las críticas, que también perseguían al entrenador que lo trajo. Luis Enrique era muy criticado, y consecuentemente también Nolito. y eso que marcó pronto su primer gol, pero incluso así le costaba mantenerse en la titularidad. De hecho, perdió esta condición hasta la recta final del campeonato. Orellana, que inicialmente no contaba para Luis Enrique se hizo con la titularidad en el extremo izquierdo relegando a Nolito a la suplencia.
Con la llegada de la primavera el juego de Nolito mejoró. Luis Enrique le devolvió la titularidad y no defraudó. Marcó 9 goles en los 10 últimos partidos, con tres dobletes consecutivos ante Almería, Valladolid y Osasuna, que certificaban la permanencia y dejaban al Celta situado en mitad de la tabla, terminando el curso a un nivel altísimo.
Nolito había dado un salto enorme en Vigo, y aunque Luis Enrique se marchó al Barcelona, seguía teniendo una importancia enorme en el equipo. En la pretemporada, el Celta decidió viajar a Inglaterra y el de Sanlúcar marcó un hat-trick al Everton en la primera parte de un amistoso. En Liverpool tomaron nota de su nombre e insistieron mucho para llevárselo. Para Nolito no había llegado el momento, y accedió a renovar su contrato con el Celta hasta 2019, pasando su cláusula de 10 a 18 millones y una mejora salarial importante, que le convertía en el jugador del Celta mejor pagado, superando el millón de euros anuales.
Su rendimiento no defraudó. Marcó 13 goles en 37 partidos, y fue titular de principio a fin. Berizzo le dio galones, y lo aprovechó, marcando goles importantes en la Temporada 2014-15, en la que el Celta ya no sufrió por la permanencia, situado todo el año en la zona noble. Victorias importantes las conseguidas en el Camp Nou, con un taconazo de Nolito para que Larrivey sentenciase a los catalanes, o la logrado ante el Deportivo en Balaídos, con gol suyo, certificaron que estábamos ante un futbolista superlativo, con la sensación de que duraría poco. Ese mismo año debutó con la selección absoluta, en un amistoso ante Alemania celebrado en Balaídos. Otro motivo para que no olvide jamás el estadio de Fragoso.
Su último partido ante el Espanyol, cerrado con otro golazo del andaluz, sonó a despedida. El jugador se quedó saludando a Balaídos al término del partido. Mucho más que en un partido normal. Los rumores se dispararon durante el verano y le acompañarían hasta su salida definitiva. Atlético de Madrid, Arsenal, pero sobre todo Barcelona. La prensa catalana exageró los rumores, dio por hecho cosas que nunca se produjeron y llegó a exasperar al ariete céltico.
Una lesión le impidió hacer la pretemporada con normalidad, disparando todo tipo de rumores acerca de su disposición a seguir en Vigo, pero lo cierto es que el mercado de fichajes se cerró con Nolito en Vigo. Padre de mellizas y feliz en la ciudad y en el club negociaba una renovación que ampliase a 25 millones su cláusula de rescisión. La versión oficial habla de falta de entendimiento entre el club y su agente, pero lo cierto es que casi todas las partes veían bien la posibilidad de un traspaso.
Pero no sería ese verano, ni en ese invierno. El delantero continuó haciendo las delicias de la afición celeste con su juego. Partícipe de la goleada al Barcelona, con un golazo increíble que hizo la boca agua de los aficionados catalanes, cada minuto que pasaba en el Celta parecía el último. El mercado de invierno lo alcanzó lesionado, y leyendo constantes informaciones sobre su inminente paso al Barcelona, que el diario Sport llegó a dar por hecho.
Sin embargo, nunca estuvo cerca de salir hacia el Barcelona. El club azulgrana no podía pagar 18 millones de euros por el control financiero, así que busco soluciones tan imaginativas como extrañas. Le propuso al Celta una cesión sin condiciones. Es decir, el Celta le cedía al jugador hasta el final de la temporada, y después ellos decidían si lo querían o no. Obviamente el Celta no aceptó y Nolito siguió en Vigo hasta el final de la temporada.
Pero no olvidemos que mientras todo esto pasaba, Nolito estaba lesionado. Lo hizo en la jornada 15, ante el Espanyol, y no volvió hasta la jornada 25, ante el Eibar, más de dos meses después. En ese tiempo, el Celta pasó de estar en puestos europeos a ser octavos, con una racha horrible en la que también influyó que el Celta disputó la Copa del Rey, plantándose en semifinales, lo que distrajo un poco a los celestes.
Su regreso supuso una mejoría evidente del equipo, que acabó la temporada en sexta posición, regresando a Europa 10 años después. El rendimiento de Nolito no fue excelente, pero su sola presencia sirvió para que los vigueses acabaran alcanzando el objetivo de la Europa League, y lo logró con un gol ante el Málaga anotado por el propio Nolito.
Terminada la temporada recibió la llamada de Vicente del Bosque para ir a la Eurocopa. En principio iba como suplente, pero cuatro goles en tres partidos amistosos le sirvieron para ser titular en Francia. Lo fue hasta la eliminación de España en octavos de final. Durante todo ese período se intensificaron los rumores que lo situaban en el Atlético de Madrid, el Celta, el Arsenal, o el Manchester City, siendo este último quien se haría con sus servicios.
Pep Guardiola, el técnico que lo hizo debutar en Primera División con el Barcelona se lo llevó al Manchester City, a cambio de 18 millones de euros, que recibía el Celta por su traspaso, y de 4 millones netos por año que cobraría el futbolista en Inglaterra. Dejaba Vigo uno de los mejores jugadores en la historia del club. Un jugador de inolvidable recuerdo.
Biografía de Nolito en Yo Jugué en el Celta
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