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Foto: Xoan Carlos Gil |
El fichaje de Beauvue aumenta tremendamente la competencia en la delantera del Celta, y si un futbolista parece no querer bajarse del once inicial ese es Iago Aspas, que se aferra a la titularidad a base de partidazos. El de Moaña ha disputado los dos últimos encuentros por banda derecha, pero eso no ha hecho que perdiese un ápice de su habitual peligrosidad. Más bien al contrario, con espacios y recorrido, el canterano se convierte en letal.
Cierto que ayer tenía enfrente a uno de los equipos con mejor entramado defensivo del mundo. Era una utopía encontrar algún resquicio en una zaga que juega de memoria, y cuyos automatismos tiene tan interiorizados, que superarlos resulta una labor casi imposible. En esa pelea, Iago Aspas se movió con soltura, bajando a recibir balones muy cerca del área propia, recuperando otros, y conduciendo al equipo con vértigo, lo que pedía Berizzo en la previa del partido ante el Levante.
Iago Aspas llega a la banda derecha para quedarse, esa en la que el club acaba de invertir más de 5 millones, más las famosas variables, en la contratación de Claudio Beauvue. Está claro que al nivel que mostró ayer Aspas, y también ante el Levante, Berizzo tiene un problema, que muchos quisieran, para decidir entre estos dos jugadores, o para reubicarlos en otras demarcaciones. No es fácil quitar a nadie de los de arriba, y cuando regrese Nolito será aún más difícil. Con Guidetti en forma y Orellana intocable, al técnico argentino le toca rotar.