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| Foto: @Etegus |
La paliza del Celta al Barcelona del triplete tuvo, como no podía ser de otra manera, un eco mediático significativo a nivel mundial. Uno de los puntos más álgidos del mundo, tanto a nivel económico como social, es Manhattan, y concretamente Times Square y sus múltiples carteles luminosos que caracterizan la ya famosa plaza. Tal y como detalla Carlos I. Castrillón en Faro de Vigo, el Celta se coló en los luminosos, recordando que la victoria de los vigueses suponía la mayor derrota barcelonista de 2008.
Desde aquel 4-1 recibido ante un Real Madrid campeón, al que los barcelonistas le hicieron el pasillo antes de comenzar el partido. Eran los últimos coletazos de Ronaldinho en el Barcelona, la última temporada pre-Guardiola, una de las peores en la historia reciente azulgrana. La diferencia entre aquel partido y este, es que el Celta derrotó a un equipo que ha ganado Liga, Copa del Rey, Champions League y Supercopa de Europa hace nada.
Lejos quedan aquellos tiempos en los que el Celta solo era protagonista en la prensa mundial cuando el portero se recorría medio campo para abroncar y empujar a la estrella del equipo. Aquello dejó paso a lo que vivimos en los últimos meses. Algo realmente bello, para enmarcar en nuestra memoria colectiva y recordarlo durante muchos años. Y lo mejor queda por venir.
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