![]() |
M. MORALEJO |
Regreso a la tierra, vuelta al barro. El Celta retorna de los cielos tras su triunfo ante el Barça. Tres días ha durado la estancia en la nube. La tele apagada, la radio desenchufada y el periódico cerrado. Vigo vuelve al anonimato de una prensa nacional que ya le ha regalado demasiado tiempo tras la exhibición del miércoles. El pasado queda para las evocaciones celestes. No se llenarán telediarios ni tertulias con lo que ocurra esta noche en Ipurúa, pero los 3 puntos en juego valen lo mismo que los del otro día en Balaídos. Berizzo lo sabe y dispersa la euforia. Busca esquivar la debilidad que acompaña al elogio. Todo empieza otra vez. Un nuevo partido, un nuevo reto. El corto plazo aplaca la ambición de un equipo para el que el blaugrana del Eibar no difiere en demasía del del Barcelona. Quiere ser él mismo siempre, pues los triunfos siempre tienen el mismo valor. Ante las cámaras y sin ellas. En la luz de los focos y en la penumbra de la indiferencia general.
El técnico argentino prepara cambios para su primera visita al País Vasco de la temporada. Para un no amante de las rotaciones, esto debe tomarse con cautela. No espera una revolución, pero sí pequeñas modificaciones que refresquen al equipo. Guidetti recibirá su ansiada oportunidad en detrimento de Iago Aspas. Sergi Gómez, obligado por la baja de Fontás, repetirá en el once. Planas también podría tener su oportunidad en la zaga, bien por Jonny o por Hugo Mallo. Y Wass, a quien se espera que sustituya el Tucu Hernández. Sin descartar nada, parece difícil que Nolito u Orellana se caigan del once.
Así pues, con todo abierto a cualquier sorpresa, el once podría asemejarse al siguiente. Sergio estará en portería. Lo escoltará una línea de cuatro con Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez y Planas. Augusto Fernández, que se perderá el partido de Getafe al ser operado el próximo lunes, no descansará en el mediocampo. Radoja lo acompañará en ese doble pivote, con Pablo Hernández más adelantado. Orellana y Nolito ocuparán nuevamente las bandas, siendo esta vez Guidetti el vértice superior del triángulo atacante.
Poco o nada tiene que ver este Eibar con el que visitó el Celta allá por el mes de abril. El conjunto armero, que descendió deportivamente, pero fue readmitido por los problemas administrativos del Elche, ha iniciado la temporada tan bien como la anterior. La sensación general, más allá de los resultados, es que el equipo guipuzcoano se ha reforzado correctamente y cuenta con un bloque más completo que el curso pasado. Escalante, que ha visto cinco amarillas en los cinco partidos disputados, causará baja disciplinaria. Luna, con molestias, también podría caerse del once.
Mendilibar apostará por una alineación con Riesgo bajo palos y una defensa de cuatro con Capa, Ramis, Mauro Dos Santos y Luna. Doble pivote para Dani García y Adrián. Línea de tres mediapuntas con Keko, Inui y Saúl Berjón. Y arriba Borja Bastón.
Pérez Montero, del colegio andaluz, impartirá justicia en un duelo de la parte noble de la clasificación. El Eibar desea seguir sumando granitos de arena que lo acerquen un año más, y esta vez por méritos propios, al sueño de Primera División. Mientras, el Celta busca reafirmar su brillante inicio, huyendo de la euforia y disfrutando de su realidad. La de un equipo humilde, con objetivos relativamente humildes, pero con un fútbol de riqueza absoluta. Quiere confirmarlo sin cámaras, sin media España mirando, en los estadios en los que se consiguen objetivos y se alejan metas. En los campos en los que nadie graba, pero las matemáticas contabilizan las victorias por igual. En el barro, a menor altura de donde ha vivido desde el miércoles.
0 comments:
Publicar un comentario