El Celta está fichando, más que nunca, futbolistas europeos. La necesidad de subir el nivel, el elevado precio de los futbolistas españoles, y el hecho de tener las tres plazas de extracomunitarios ocupadas, obligan al conjunto vigués a peinar el mercado europeo. Este verano han llegado Daniel Wass y John Guidetti, que se unen a Théo Bongonda llegado el pasado enero. Pero, ¿Cuáles son los mejores jugadores europeos que han vestido la camiseta del Celta? En las próximas entradas repasaremos el Top 10 elaborado por la redacción de MoiCeleste.
#7 Michael Krohn-Dehli (2012-15) 108 partidos / 2 goles
En la séptima plaza del Ranking de jugadores europeos aparece el más reciente de nuestra lista. Michael Krohn-Delhi, el primer danés de nuestra historia, será recordado como uno de los futbolistas que con más elegancia se paseó por el verde césped de Balaídos. Fichado para jugar como extremo, por la izquierda, acabó siendo el ancla del equipo en el centro del campo, generando juego para sus compañeros y convertido en uno de los mejores asistentes en la historia del Celta.
A Vigo llegó como extremo izquierdo, pero las referencias que había sobre él eran bastante escasas. Llegó ya con la liga iniciada, siendo uno de los últimos refuerzos de un Celta que tenía ante sí el gran reto de mantenerse en la categoría tras cinco años de travesía por el desierto de la Segunda División. Eso no le impidió debutar nada más llegar a Vigo, en un partido que el Celta perdió en Anoeta, pero en el que Krohn-Dehli dejó muy buenas sensaciones.
Estas sensaciones se confirmaron en el choque ante el Getafe. Krohn-Dehli era titular indiscutible, pero aún dejaba ciertas dudas entre la afición, que fueron despejadas completamente ese día. El Celta venció con dos goles de Augusto y Park Chu-Young, que debutaba ante su afición, pero el gran protagonista fue el danés y sus dos asistencias de gol, que sería su marca de identidad durante su estancia en Vigo.
Krohn-Dehli había llamado la atención en la Euro por sus goles, pero en Vigo no pudo ser un goleador, tan solo marcó dos en 108 partidos, pero sí un gran asistente, de esos que recordaremos durante muchos años. Su visión de juego era espectacular, y ante el Valladolid dibujó uno de los pases más bonitos que se han visto jamás en Balaídos. El rival era el Valladolid, en una fría mañana de enero. Krohn-Dehli recuperó el balón en campo propio y envió un pase letal a Iago Aspas.
Este pase inolvidable significó prácticamente su última aportación al equipo en toda la temporada. A partir del mes de enero, Krohn-Dehli bajó significativamente su rendimiento, hasta el punto de que sus participaciones con el equipo se fueron reduciendo. Herrera lo había probado como interior, aunque no acababa de encontrar su sitio, y en la banda aportaba cada vez menos.
La explicación estaba en su físico. Krohn-Dehli no había tenido pretemporada al comenzar la liga danesa nada más terminar la Eurocopa. A Vigo llegó sin descanso y acabó pagándolo con un final de temporada muy criticado. El equipo también vagaba camino a la Segunda División. Se tomó la decisión de despedir a Herrera y llegó Abel, que salvó al equipo con dos victorias épicas en las últimas jornadas que enviaban al eterno rival de los célticos, el Deportivo, a Segunda División.
De cara a la siguiente temporada, Krohn-Dehli tenía claro lo que necesitaba. Se preparó durante el verano y trabajó muy bien en la pretemporada para aguantar el largo curso que se avecinaba. Los problemas físicos del primer año no volvieron a aparecer, más bien al contrario, ya que el danés destacó a partir de ese momento por su capacidad física.
En el banquillo céltico había cambios, con la llegada de Luis Enrique, que comenzó contando con el danés en la primera jornada de Liga, donde dejó otra asistencia para el recuerdo, en este caso a Álex López, pero con el paso de las jornadas fue desapareciendo del equipo titular. El técnico asturiano siempre lo colocó en el interior, dejando a un lado la opción de ponerlo como extremo.
Además, llegado el mes de noviembre lo probó en los entrenamientos como pivote defensivo, y se atrevió a ponerlo en esa posición en un encuentro de Copa del Rey frente al Athletic, que resultó un auténtico desastre. El Celta perdió 4-0, y uno de los goles encajados llegó tras una pérdida imperdonable del danés, que parecía haber firmado su último partido como mediocentro defensivo.
Pero Luis Enrique no era un técnico que se rindiese fácilmente, y el danés aceptó el reto de probar nuevamente en esa posición. Y terminó convenciendo cuando fue requerido para esa posición, sacando de la titular a un Borja Oubiña que llegó muy renqueante al término del campeonato. El Celta firmó además un final de Liga espectacular, que le llevó de pelar por la permanencia a acabar el curso en una muy tranquila novena posición, con el danés como uno de los referentes y líderes de la recuperación.
Así, Krohn-Dehli encaraba la tercera temporada de su contrato en Vigo con el status de jugador clave para el equipo. El Celta tenía la opción de renovar unilateralmente su contrato un año más, pero las condiciones de esta renovación eran muy exigentes, así que renunció a ello y optó por negociar una renovación de más años en términos más favorables.
Este asunto marcó al temporada, pero el rendimiento del jugador no decreció un ápice. Llegó a la pretemporada como un auténtico tiro, siendo junto a Nolito el jugador más destacado del verano en un Celta que realizó una gira exitosa por Inglaterra. En el banquillo había un nuevo inquilino, ya que Luis Enrique se había ido al Barcelona y llegaba Eduardo Berizzo, que le concedió la manija del centro del campo.
Y fue un acierto. Krohn-Denli se echó el equipo a sus espaldas, y se convirtió en uno de los mejores jugadores del equipo, junto a Nolito y Orellana. El danés actuó en todas las posiciones de la medular, desde el pivote defensivo hasta la mediapunta, aunque generalmente lo hizo como interior. Con la total libertad otorgada por Berizzo, Krohn-Dehli dio rienda suelta a su magia.
Para el recuerdo quedará un pase de gol en Elche, que daba la victoria en el descuento a los vigueses. Krohn-Dehli recogía el balón en la frontal del área y con una perfecta cuchara asistía a Nolito para que este marcase el único tanto del partido. No fue su única asistencia gloriosa. Se repetirían durante todo el año, las que aprovecharon sus compañeros fueron menos que las que desperdiciaron.
Krohn-Dehli alcanzó un nivel impresionante en su tercera campaña, así que pronto comenzaron a aparecer equipos interesados en su contratación. Desde el Brondby de su ciudad natal, hasta varios clubes españoles pasando por alguno de la Premier League. El danés vivía el mejor momento de su carrera. Totalmente asentado en la selección danesa y como una de las estrellas del Celta.
Retenerlo era una misión imposible para el Celta, que además se encontraba con un cambio en la fiscalidad española que le obligaría a abonar una cantidad inasumible para sus arcas. La afición se organizó y cantó el "Krohn-Dehli quédate" en el miuto 23 de varios partidos, pero su continuidad no se confirmó. En el mes de marzo, Krohn-Dehli pasó reconocimiento médico con el Sevilla en una clínica privada de Vigo. Unos días después firmaría un contrato de dos años, más otro opcional con los hispalenses, que se proclamaban un mes después campeones de la UEFA Europa League por cuarta vez en su historia.
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