Foto: EFE |
El sentimiento que mucha gente todavía no ha tenido es de alegría. Y me explico. Tras un arduo proceso de Ley Concursal iniciado en 2008, el Celta pone hoy por hoy fin a la deuda que mantenía con Hacienda, y que, según el presidente Mouriño en su última comparecencia ante los medios, ascendía a 3,8 millones de euros.
Las cuentas son sencillas:
-3,8 millones de euros de deuda con Hacienda
-El Celta debe a abonar a Hacienda el 40% de cada venta
-La cláusula de Mina, pagada por el Valencia, asciende a 10M de euros
Ergo... los 4M que dan las cuentas ya superan los 3,8M que al Celta le restaban por abonar a Hacienda. Así que, señores, somos libres. 7 años después de casi desaparecer, el Celta de Vigo se encuentra libre de deuda, y con beneficios... Totalmente saneado, con una nueva sede, un estadio que próximamente será remodelado y, quién sabe, si quizás una nueva ciudad deportiva a la vuelta de la esquina.
Y sí, también un equipo ilusionante pese a la marcha de un canterano. Pero vienen más por debajo.
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