Verde sin esperanza


En el mundo del fútbol no son pocas las personas que llevan las supersticiones al límite. Aficionados que no van al baño en el descanso para no dar mala suerte a su equipo, que no repiten bufanda si se perdió en el último partido, o que tienen sus rituales con el fin de que la diosa fortuna esté de parte de su equipo. También profesionales. Sin ir más lejos, Eduardo Berizzo no repite ropa tras perder, así que últimamente ha tenido que tirar de fondo de armario. 

A todas esas personas no les gustará esta noticia, que tiene que ver con la indumentaria elegida por el Celta como segunda equipación de cara a esta temporada. Vaya por delante que no me gusta en absoluto, más allá del diseño, que es una cuestión subjetiva, se trata de una indumentaria que no tiene nada que ver con el Celta, no se relaciona ni tiene identidad alguna. El color rojo, el negro, especialmente si se acompaña de toques celestes, son colore fácilmente identificables con el Celta, pero el verde cuesta verlo. 

Pero eso no es lo peor. Las estadísticas son claras: El Celta ha jugado cinco partidos con la camiseta verde y ha perdido los cinco partidos. De hecho, hasta el partido del lunes, había sido incapaz de marcar ningún gol. Además, desde que se estrenó esta equipación, el Celta no conoce la victoria en Liga. En las primeras salidas el Celta esquivó este color, bien porque podía jugar con su camiseta (Atlético de Madrid y Athletic y Barcelona), o bien porque se enfrentaba a equipos con el color verde presente en su camiseta (Córdoba y Elche). En estos dos últimos casos se optó por reutilizar la camiseta del año pasado, con bastante poco estilo. Dorsales viejos y fuente de letra de esta temporada, combinado con un pantalón negro de entrenamiento. Bastante cutre. 

Volvamos a la camiseta verde, que se estrenó en Vallecas, con derrota del Celta (1-0). La segunda parada fue el Bernabéu, donde el Celta cayó derrotado por tres goles a cero, y una semana después frente al Málaga, con nueva derrota (1-0), aunque en este caso el negro perjudicó mucho más al Celta que el verde. Los dos últimos partidos con la camiseta gafe fueron Espanyol (1-0), y Getafe, el pasado lunes, con derrota viguesa por dos goles a uno. 

Datos que asustan y que invitan a pensar en otros colores, más identificables, de cara a la próxima temporada. Las cifras de la segunda camiseta del pasado curso son excepcionales, con victorias en campos muy difíciles.  Incluso este año, las camisetas utilizadas fuera de casa, tanto la negra como la celeste, superan claramente estas estadísticas. La negra ha sido utilizada en tres partidos, con una victoria,  un empate y una derrota. Cuatro puntos en tres jornadas, mientras que con la celeste el Celta ganó en el Camp Nou, y empató en San Mamés y el Vicente Calderón. Lo dicho, verde sin esperanza. 

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