A Madroa, la cantera infinita


Foto: Adrián Irago
La cantera es el eje sobre el que gira el proyecto del Celta y año tras año sigue dando sus frutos. En 2014 se estrenaron con el primer equipo dos futbolistas formados en las categorías inferiores, David Goldar y Borja Fernández, y ya son 35 los debutantes en la era Mouriño, nueve de los cuales aún trabajan a día de hoy a las órdenes de Eduardo Berizzo.

Cuando Carlos Mouriño asumió la presidencia del Celta, mediado el año 2006, la representación de la cantera en el primer equipo era testimonial. Borja Oubiña y Jonathan Aspas eran excepciones en un vestuario plagado de extranjeros. El centrocampista vigués fue el único canterano presente en el once tipo de la temporada 2006/07, en el que además sólo hubo cabida para otros dos jugadores nacionales: José Manuel Pinto y Ángel López.

La apuesta de Mouriño por la cantera no fue tan decidida en sus primeros años como presidente, aunque poco a poco empezaron a asomar la cabeza jugadores que llegarían a ser decisivos en el regreso del Celta a Primera. Fernando Vázquez le dio la alternativa a Jonathan Vila y Dani Abalo en el curso 2006/07 y Hristo Stoichkov hizo debutar a Roberto Lago y Richy Álvarez Puig –que no volvió a jugar con el primer equipo– en la campaña 2007/08. El conjunto celeste tuvo cuatro entrenadores esa temporada y cada uno de ellos hizo debutar a al menos un jugador procedente del filial. López Caro, sustituto del técnico búlgaro, le dio una oportunidad a Ferrán Tacón y Goran Maric; Antonio López subió de manera definitiva al primer equipo a Michu y Alejandro Menéndez le dio minutos a tres de los jugadores que había dirigido en el Celta B: Noel Alonso, Pepe Aicart e Iago Aspas, que debutó en la penúltima jornada de la temporada 2007/2008, en un partido que el Celta perdió 3-1 en Salamanca.

Sin embargo, no fue hasta la llegada de Eusebio Sacristán cuando la presencia de canteranos aumentó cuantitativa y cualitativamente. El vallisoletano no sólo es el técnico que más futbolistas de la cantera ha hecho debutar en la era Mouriño –diez, por los nueve de Herrera–, sino que muchos de ellos acabarían jugando un papel protagonista en el primer equipo. Tal fue el caso de Hugo Mallo, Túñez o Aspas, a quien Eusebio subió de manera definitiva a la plantilla profesional tras su anecdótico debut con Alejandro Menéndez.

Entre 2009 y 2010, el técnico de La Seca le dio la alternativa a Joselu, Candela, Hugo Mallo, Toni, Yoel, Túñez, Víctor Vázquez, Oriol Riera, Mateo Míguez y Álex López. Cuando Eusebio dejó Vigo, tras año y medio al frente del equipo, la cantera ya se había convertido de un modo evidente en la base sobre la que el Celta construiría su proyecto de futuro. Y así ha sido desde entonces gracias a la apuesta decidida del club, empezando por su presidente Carlos Mouriño, y también a la presencia de entrenadores que han sabido confiar en los jugadores de la casa.

Tal fue el caso del sucesor de Eusebio, Paco Herrera. Una de sus primeras decisiones fue apostar como titular por Álex López, que había debutado en la penúltima jornada de la temporada anterior pero pertenecía todavía al filial cuando el técnico catalán se hizo cargo del banquillo celeste. En sus dos años y medio en Vigo, Herrera haría debutar a nueve futbolistas procedentes del Celta B: Víctor Fernández, Jota, Ikechi, Sergio Álvarez, Soto, Raúl Navas, Jonny Castro, Levy Madinda y Santi Mina. El paso de algunos por el primer equipo fue testimonial, pero otros se quedaron, caso de Sergio, Jonny, Madinda o Santi Mina, cuya alternativa coincidió precisamente con el último partido de Herrera como técnico del Celta.

El club vigués decidió destituir al entrenador del ascenso y confiar la empresa de la permanencia a Abel Resino. El toledano dirigió sólo catorce partidos al conjunto celeste, tiempo en el que también tuvo que mirar hacia la cantera, aunque en su caso obligado. Un ex portero como Abel hizo debutar en Primera, curiosidades del destino, al guardameta más prometedor que ha dado la cantera del Celta en muchos años: Rubén Blanco. El mosense se estrenó con dos prodigiosas actuaciones ante el Valladolid (0-2) y el Espanyol (1-0).

Tras Abel llegó Luis Enrique y al asturiano no le tembló el pulso para apostar como titular por un central en edad juvenil como David Costas y dar continuidad a su compañero Santi Mina. Además, le dio la alternativa a Javi Rey y David Goldar. El central es uno de los dos canteranos que ha debutado con el primer equipo en 2014, junto a Borja Fernández, el primer futbolista formado en A Madroa al que ha dado la alternativa Eduardo Berizzo. Van 35 en nueve años y la cuenta seguirá aumentando, a buen seguro, en 2015.

Borja Barreira / Atlántico Diario

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