Gatos con guantes


Foto: Jorge Landín
En la segunda mitad de los años 70, un gato nacido en Cesantes (Redondela), que respondía al nombre de Fermín Hortas, fue uno de los encargados de guardar la portería del Celta. Ahora, casi cuatro décadas después, es Sergio Álvarez, otro gato, el de Catoira, el que asume idéntica responsabilidad. Entre felinos, desde luego, anda el juego.

El pasado lunes, gracias a MARCA, se conocieron en persona los dos felinos más famosos de la historia celeste. Ambos charlaron de igual a igual, sin que los 33 años de edad que les separan constituyeran impedimento alguno. Son muchas las similitudes entre Hortas y Sergio. Bajo los palos, se ganaron su sobrenombre deportivo por la agilidad y los reflejos con los que suplían su falta de centímetros. Además, los dos llegaron a la titularidad tras conocer a fondo los banquillos de muchos estadios españoles.

"Porteros como Hortas fueron para mí un ejemplo, porque cuando no juegas, te fijas en aquellos que en una situación similar a la tuya no bajan los brazos y logran a través del trabajo que su situación cambiara", dice Sergio, que vive sus mejores días como profesional, pero no olvida que vivió varias temporadas a la sombra de Javi Varas y Yoel.

Un lustro de celeste
Cinco temporadas permaneció Hortas en un Celta al que llegó desde el filial en el verano de 1975. En total, disputó 43 partidos de Liga, 20 de ellos en Primera. Nunca tuvo fácil jugar, porque coincidió en el tiempo con el argentino Fenoy. Por eso, valora mucho la trayectoria de Sergio, otro que tampoco ha tenido nada fácil hacerse con un hueco en el once.

"Se merece la titularidad, porque en el fútbol nadie te regala nada. Es un gran profesional. Me parece un gran portero y si tuviera que destacar algo de él, me quedaría con su templanza sobre el césped", asegura Hortas. Mientras, al de Catoira le gusta que le llamen gato: "Lo hacen desde que era pequeño y para nada me molesta. Además, ya estoy acostumbrado".

Por su parte, Hortas, como espectador que sigue los partidos del Celta desde la grada de Balaídos, valora positivamente las oportunidades de las que gozan los metas de las categorías inferiores: "Es muy bueno que en los últimos años sean porteros de la cantera los que jueguen en el primer equipo. Es algo que me hace ilusión y que refleja el buen trabajo realizado en la base".

Sergio Álvarez nunca vio vestido de corto a Hortas, entre otras cosas porque abandonó el Celta en 1980 y él ni siquiera había nacido. Por eso, es el de Cesantes el que valora al actual meta celeste: "Es muy ágil, muy rápido, tiene buena visión del juego y siempre transmite una sensación de tranquilidad a la defensa. Y añadiría que tiene un buen manejo del balón con los pies".

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