Foto: RCCV |
Sobre el nuevo Balaídos se mostró convencido en que saldrá adelante. Mouriño cuenta con "la seguridad, el proyecto y la promesa de la Diputación", además de la ya anunciada aportación del Concello de Vigo y el propio club. El Celta será quien financie la obra en Tribuna (excepto su cubierta), que supondrá el derribo de Preferencia y la continuación de la primera hasta el césped. Respecto a los fondos anunció que se acercarán a cuatro metros del terreno de juego. Todo ello sumado culminaría en una reforma terminada en dos años y con un coste entre 20 y 22 millones de euros.
En cuanto a la sede, Carlos Mouriño quiere dejar de gastar fondos en el alquiler de Plaza de España para utilizarlo en la compra de una sede que sería un activo del club: "Muy pronto habrá noticias sobre la nueva sede social". Sobre la ciudad deportiva, sobre la que sigue buscando terrenos, ha dejado claro "que no es una quimera, es una realidad". Anunció que se ha presentado a la Xunta de Galicia el plan de actuación para intentar contar con su colaboración.
Estos tres bases supondrán, en palabras del propio presidente, convertir al Celta en una "gran institución deportiva, moderna y con mucho futuro. Trabajamos pensando en el futuro. La inmediatez, para nosotros, no vale".
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