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| Foto: Marta G. Brea |
Pablo Hernández no quiere que la sombra de Rafinha se haga muy alargada a su paso. El centrocampista argentino, nacionalizado chileno, fue presentado ayer en Balaídos, y quiso dejar claro que Rafinha es Rafinha, y Pablo Hernández es Pablo Hernández: "No creo que sea parecido a él. Yo tengo mi juego e intentaré hacerlo dentro de la cancha", señaló el internacional de nuevo cuño con la selección de Fabián Orellana.
Las comparaciones, si se han producido, llegan por unas declaraciones de Berizzo el día de su presentación. El nuevo técnico comentó que Hernández podría ser el Rafinha de la próxima temporada, aunque el juego de ambos futbolistas no tiene mucho que ver, más allá de la posición que pueden ocupar en el terreno de juego. Pabo Hernández es un futbolista más veterano, con potencial ofensivo, pero mejor en el aspecto defensivo que el brasileño. Torrecilla hizo hincapié ayer en su mejoría en las labores defensivas, destacando el gran crecimiento experimentado en los últimos años.
Hernández llega a Vigo en su plenitud como deportista. A sus 27 años, le avala una experiencia significativa en varias ligas. Se quedó fuera del mundial por unas molestias físicas y porque Sampaoli todavía no lo había incorporado a la dinámica del equipo. Su llegada a Vigo le ayudará para convertirse en uno de los fijos en las convocatorias, y si su rendimiento es bueno será importante en la "roja".
Firma por cuatro años, con lo que si se adapta al exigente ritmo de la liga española, vivirá en Vigo sus mejores años como futbolista. Hernández viene a cubrir una posición huérfana en los últimos años, donde el Celta carecía de un "10" puro, algo que parece estar solucionado con la llegada de Pablo Hernández, a quien Berizzo conoce perfectamente. Ni es el nuevo Rafinha, ni su incorporación al Celta se parece. Rafinha aportó magia, fantasía e ilusión. Hernández debería aportar lo mismo, pero además es un jugador propiedad del Celta y dará lo mejor de él como futbolista en Vigo.
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