Notas de fin de curso: (Técnico) Luis Enrique


Foto: Juan Manuel Serrano 
Regresa un clásico en moiceleste: Las notas de fin de curso. Cada año, tras terminar la Liga, analizamos la actuación individual de cada uno de los jugadores del Celta y os pedimos a vosotros vuestra opinión a fin de evaluar de forma veraz a todos los futbolistas de la plantilla céltica.  Notas 2013-14 

Una vez finalizado el repaso y análisis de los jugadores, le toca el turno al entrenador: Luis Enrique Martínez, que llegó a Vigo de forma sorpresiva en el mes de junio del año pasado para sustituir al defenestrado Abel Resino, a quien el Celta rescindió a pesar de haberle firmado un año y medio de contrato. 

Con la maleta de un cierto fracaso en Italia, Luis Enrique arribó en Vigo con mucho por demostrar en el complejo reto de salvar al Celta con cierta holgura, que era el objetivo marcado por el club antes de comenzar siquiera la pretemporada. En el mes de julio comenzó sus coqueteos con el Barcelona, que no fueron a más, y el técnico asturiano se centró en hacer un buen trabajo en el Vigo para regresar algún día al club de sus amores. 

Arrancó bien el Celta, con empate ante el Espanyol, y victoria ante el Betis en Sevilla, que daban cierta tranquilidad, pero los puntos logrados en la primera jornada pronto se hicieron escasos ante la mala racha del equipo durante los meses de septiembre y octubre, que situaron a los vigueses en posiciones de descenso. De hecho, el Celta a pesar de finalizar noveno, flirteó durante gran parte de la temporada con el descenso. 

Eran momentos duros para Luis Enrique, al que se le criticaba la idea de subirse a un andamio para aleccionar a sus pupilos, e incluso el uso de las gafas de sol que le prescribió un médico por sus problemas de visión. El asturiano tampoco ayudaba, con ciertas decisiones controvertidas, alineaciones raras (Getafe), y muchos cambios a la espera de dar con su equipo ideal. 

Insistió con Toni en el lateral izquierdo, ordenó a Oubiña bajar mucho para sacar el balón, y los rivales enseguida supieron como desconectar al Celta. Pero Luis Enrique mostró cintura, varió ligeramente su esquema, y los errores no le hicieron desistir de seguir probando a jugadores en distintas posiciones. Fue un acierto retrasar a Augusto al interior, o probar a Krohn-Dehli como pivote defensivo. Llegó incluso a dejar a Nolito, un intocable, en el banquillo para dar entrada a Orellana, descartado a principios de temporada. 

Es decir, supo rectificar, algo de agradecer, y que sirvió para que el equipo mejorase y fuese claramente de menos a más, hasta finalizar la temporada en un nivel de forma excepcional. Luis Enrique supo mantener a todo el equipo implicado con sus constantes cambios de alineaciones, que podrían ser consideradas negativas, pero acabaron siendo muy positivas para la dinámica del vestuario. Físicamente, los jugadores del Celta andaban como motos en la recta final, y la motivación que implantó Abel Resino en su etapa como técnico celeste, se mantuvo intacta. 

¿Qué nota le pondrías a Luis Enrique? 

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