El Mundial de fútbol se está celebrando en Brasil, y queremos aprovechar para repasar a los mejores jugadores extranjeros que han vestido la camiseta del Celta, recordando a los más destacados entre los países que durante este mes disputan el Campeonato del Mundo. Una excusa para recordar a futbolista inolvidables y rescatar del olvido a otros.
Brasil
A lo largo de más de 90 años, más de 30 futbolistas brasileños han vestido la camiseta del Celta, siendo la nacionalidad más repetida tras la española. Sería imposible recordarlos a todos, así que hemos destacado a cinco, aunque siempre habrá división de opiniones al respeto.
Baltazar: Jugó en el Celta entre 1985 y 1988, saliendo traspasado al Atlético de Madrid. Se convirtió en el gran goleador de los años ochenta, siendo clave en el ascenso del Celta en 1987. Sus cifras hablan por sí solas: 62 goles en 108 partidos para uno de los mejores artilleros en la historia de nuestro club.
Edú: Formó parte de uno de los mejores equipos de la historia del Celta, logrando la clasificación para la Champions y un subcampeonato de Copa. Edú vistió la casaca celeste entre los años 2000 y 2004, anotando 29 goles en 127 partidos. Se fue tras el descenso, estropeando un tanto el recuerdo de un futbolista que dio muchas alegrías a Balaídos.
Giovanella: Tal vez no fue el jugador más talentoso en la historia del Celta, pero siempre será recordado como uno de los futbolistas más queridos por la afición. Su rendimento, además, fue excepcional, comportándose como un jugador extremadamente regular y fiable. Jugó en el Celta entre 1999 y 2006, disputando 140 partidos y anotando un gol.
Mazinho: No son pocos los que sostienen que se trata del mejor jugador en la historia del Celta. Eso es un debate muy extenso, pero lo cierto es que se trata de un futbolista excepcional, de los que no abundan. Campeón del mundo con Brasil en 1994, llegó a Vigo tras ser descartado por el Valencia y nos regaló tres años magníficos, regalando un recital cada domingo desde el pivote.
Sylvinho: Otro de los integrantes de aquel gran equipo de principios del presente siglo. Lateral izquierdo de largo recorrido, Sylvinho mostró su clase en Vigo entre los años 2001 y 2004, disputando 105 partidos en los que anotó 4 goles, uno de ellos inolvidable ante el Barcelona.
México
No ha sido México un país demasiado presente en el Celta. Tan solo tres jugadores vistieron la camiseta del Celta, aunque uno de ellos no llegó a debutar jamás en partido oficial.
Pirelo: Jugó en el Celta durante 5 temporadas, repartidas en dos etapas diferentes con el paréntesis de la guerra civil. Centrocampista que disputó el famoso partido en el que el Celta goleó (8-0) al Deportivo. Marcó 8 goles en 62 partidos con los célticos.
Borbolla: De padre asturiano, este delantero mexicano llegó a Vigo procedente del Real Madrid, y previamente había jugado en el Deportivo, donde gozó de gran popularidad. En Vigo disputó 11 partidos y anotó 3 goles, justo antes de regresar a su país.
Carlos Vela: Presencia testimonial de uno de los mejores jugadores mexicanos de la actualidad. Vela llegó a Vigo en 2006, pero nunca tuvo ficha. Disputó un par de amistosos, uno de ellos ante el Deportivo en Balaídos. Desgraciadamente no pudimos ver mucho más de un futbolista al que el tiempo ha colocado en una gran posición.
Camerún
No ha habido futbolistas de Camerún
Croacia
Cuatro jugadores croatas han militado en el Celta a lo largo de la historia, casi todos ellos de forma fugaz y con una rápida salida del equipo. De algunos, a pesar de sus escasas participaciones, jamás nos olvidaremos.
Juric: Buen lateral izquierdo que jugó en el Celta a principios de los años noventa. Tras disputar más de 60 partidos con el equipo, tuvo que abandonar Vigo a causa de una lesión hepática que le obligaba a dejar el fútbol, aunque todavía jugaría 10 años más, demostrando su pundonor.
Andrijasevic: Fue un regalo para aquel Celta que en 1994 se plantó en la final de Copa ante el Zaragoza. En aquel equipo, dirigido por Txetxu Rojo, Andrijasevic era el motor celeste en la medular, un futbolista inolvidable que además anotó 9 goles en 25 partidos.
Boban: Un auténtico lujo, un regalo que apenas disfrutamos unos meses. Boban llegó a Vigo como uno de los mejores jugadores europeos, que ya enfilaba su cuesta abajo profesional. Disputó 4 partidos oficiales con el Celta, no marcó ningún gol, pero dio varias asistencias de gol. Víctor Fernández lo pidió, pero no lo ponía y decidió dejar el fútbol en ese momento. Un señor.
Pranjic: El más fresco en la memoria del celtismo, aunque no tan fresco como él, que durante seis meses sesteó en Vigo. Su punto y final tuvo lugar en el campo del Betis, tras un desplante al técnico Abel Resino. No volvió a jugar.
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