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| Foto: Marca |
La buena temporada realizada por el guardameta céltico Yoel Rodríguez le ha puesto en el punto de mira de varios equipos de la Primera división española, y ello ha obligado a que la directiva del cuadro vigués tuviera que reaccionar de forma muy rápida, aunque de manera tardía, para evitar la salida de su futbolista.
El contrato del meta Yoel expira el 30 de junio del próximo año, y en el círculo de los dirigentes olívicos nadie pensaba que fueran a venir este verano por el que ha sido su portero titular y uno de los jugadores más importantes de la plantilla que entrenaba Luis Enrique.
Sin embargo, hasta tres equipos (Real Sociedad, Getafe y Villarreal) tienen en su agenda al cancerbero gallego. A pesar de ello, ni siquiera el portero tiene garantizado un puesto fijo en el equipo de Balaídos con la llegada a Vigo del técnico Eduardo Berizzo. A ello se une el ascenso a la primera plantilla del meta internacional sub 19 Rubén Blanco, otra de las perlas de la cantera celeste.
La hasta ahora tranquilidad del Consejo Directivo celeste se ha transformado de repente en mucho nerviosismo. Pelayo García, agente de Yoel, ha confirmado en las últimas horas que la entidad de Balaídos quiere entablar negociaciones de forma urgente para ampliar y mejorar el contrato de su canterano.
Hasta ahora, las declaraciones de Yoel Rodríguez siempre habían ido en la dirección de continuar en su actual club con el que se siente muy identificado desde niño.
Sustituto de Claudio Bravo
Sin embargo, la irrupción -especialmente- de la Real Sociedad que podría perder al chileno Claudio Bravo al ser objetivo perseguido por el Barcelona -ello aceleraría el proceso-, supone un importante salto de calidad en la carrera del jugador y, al mismo tiempo, disponer de los suficientes argumentos para reclamar una mejora de contrato, que dentro de esa política de contención de gastos existente en Vigo, podría poner en peligro su continuidad.
La pelota está en el tejado de Yoel Rodríguez y él es quien tiene que mover ficha en una u otra dirección. Si éste se niega a renovar y con un único año de contrato por delante, el Celta se vería forzado a negociar un traspaso -para hacer caja- pero que sería económicamente asequible para todos aquellos clubes con problemas para cubrir con garantías esa importante demarcación en el inicio de la temporada 2014-15.
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