Welliton Soares: El delantero que "hizo bueno" a Park


Foto: M. Moralejo
A media tarde del 31 de enero, mientras el Celta se preparaba para su partido frente al Granada, en los despachos de Praza de España se cerraba el fichaje de Welliton Soares. Muy pocos habían oído hablar del delantero brasileño de 27 años que había conquistado dos veces el título de pichichi en la Liga rusa con el Spartak de Moscú y que en el último año había ido dando tumbos por el fútbol de su país, firmando primero por el Gremio y marchándose más tarde, y no de muy buenas maneras, al São Paulo, su última parada antes de aterrizar en Vigo.

Con una sonrisa casi tímida en la cara y algún kilo de más,Welliton tardó casi un mes en hacerse un hueco en la lista de convocados de Luis Enrique, un técnico al que solo le sirve la exigencia máxima tanto en los entrenamientos como en los partidos. Quizás por eso a Welliton le ha costado abrirse paso en un Celta con el que hasta ahora solo ha jugado cuatro minutos. Debutó ante el Elche en un partido en el que no llegó a entrar en contacto con el balón. Otro registro que convierte en único a un delantero que ha acabado por «hacer bueno» a Park, el coreano que se erigió como la gran decepción del Celta la Liga pasada, pero que expuso mucha más profesionalidad.

Ayer, en una gasolinera viguesa, recordaban cómo el brasileño y su asistente personal, que es casi su sombra, habían adquirido el domingo varias cajas de cervezas, una práctica que no es nueva y que en su momento había llevado a uno de los dependientes a recordarle que el precio de la bebida es más barata en el supermercado. La respuesta, según el vendedor, había sido que allí no corría riesgo de que le reconocieran.

Y es que la decepción con Welliton es tal que un club como el celeste, que intenta lavar la ropa sucia en casa, admitió hace días a través de su director deportivo, Miguel Torrecilla, que el brasileño no estaba respondiendo a las expectativas. Una fórmula políticamente correcta para referirse a un futbolista con una ficha muy alta y que no está aportando más que disgustos. Una tendionopatía aguda en el rotuliano izquierdo sirve de parapeto médico para justificar en las últimas semanas la desaparición en la lista del jugador, que desde el primer minuto ofreció una imagen de interinidad en Vigo muy alejada del compromiso del resto de la plantilla.

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