Notas de fin de curso: (12) Rafinha

Foto: Lalo R. Villar

Regresa un clásico en moiceleste: Las notas de fin de curso. Cada año, tras terminar la Liga, analizamos la actuación individual de cada uno de los jugadores del Celta y os pedimos a vosotros vuestra opinión a fin de evaluar de forma veraz a todos los futbolistas de la plantilla céltica. 

Una de las grandes esperanzas de la afición para el curso que acaba de concluir era Rafinha. Regresaba a Vigo, aunque nunca había pertenecido al Celta, tras el acuerdo de cesión entre el Barcelona y el conjunto olívico. Hijo de una leyenda como Mazinho, la afición depositó en el brasileño toda la ilusión del mundo, especialmente después del enorme cariño demostrado por el escudo celeste en su presentación. 

Rafinha no desentonó. Le costó entrar en la dinámica del equipo, en gran medida por unas molestias físicas que le impidieron estar a tono en las primeras semanas de competición, e incluso llegaron a apartarlo del once inicial. Rafinha salió desde el banquillo en las dos primeras jornadas de Liga, y posteriormente, ya recuperado, fue relegado a la suplencia en alguna jornada. Le costaba a Luis Enrique encontrarle un sitio en el equipo. 

Pero las dudas, si las hubiese, enseguida se disiparon. Su despegue comenzó en Anoeta, donde anotó dos golazos en las que mostró maneras de delantero de área. Su doblete no sirvió al Celta para sacar nada positivo, pero abrió una etapa de gran rendimiento por parte de Rafinha, que acabó siendo el jugador más destacado del Celta en los siguientes meses. Para el recuerdo quedará su gran partido en el Bernabéu, o su golazo al Getafe, pero más allá de momentos puntuales, la sensación que dejó el pequeño de los Alcántara es la de un jugador con un incuestionable talento individual. 

La parte final de la temporada, otra vez con las lesiones como protagonista y con los rivales estudiando mucho su juego, afeó un tanto la temporada de Rafinha, que se perdió varios partidos y no estuvo fino cuando le tocó jugar. No obstante, el rendimiento de Rafinha fue extraordinario. Disfrutó de su primer año en Primera, consolidó su formación como futbolista de élite y de ello se sirvió el Celta. La pena es que solo fuese un año, pero nos quedaremos con sus 4 goles y los 33 partidos en los que defendió el escudo que besó el día de su presentación.

Ranking MoiCeleste: 2º

¿Qué nota le pondrías a Rafinha?