El doctor Cota ante el Mundial de Brasil


Foto: Jorge Landin
Juan José García Cota (A Estrada, 1966) está ya en Madrid para incorporarse hoy a la selección española de cara al Mundial de Brasil. Con importantes decisiones a la vista, hace un balance positivo del año céltico desde el punto de vista médico.

El balance de la temporada del Celta, desde el punto de vista deportivo, ha sido bueno. ¿Y desde el punto de vista médico?
Después de un año como el anterior, en el que tuvimos tres cruzados rotos, la verdad es que éste fue muy bueno. No hubo lesiones muy importantes, aparte de la de Hugo al final, y en cuanto a las habituales, tampoco hubo gente que estuviese muchísimo tiempo de baja.

¿Se puede colgar medallas? ¿Es fruto de algún cambio?
No. Así como el año pasado no encontrábamos la explicación de por qué había habido tanta lesión de cruzado, en éste no hay que sacar pecho. Ha sido un trabajo de todos, empezando por el cuerpo técnico, que sigue nuestro consejo en cuanto a los jugadores que tienen que hacer reposo, y siguiendo por el trabajo de la gente que tengo conmigo en el servicio médico, sobre todo el diario de los fisios.

Parece que los buenos resultados ayudan…
Toda lesión o toda enfermedad tienen un componente psicológico importante que influye en la curación. El hecho de que este año haya sido tranquilo, sobre todo al final, puede haber influido positivamente en este aspecto.

Siempre ha alabado a Luis Enrique y sus ayudantes. ¿Ha sido una comunión perfecta?
Ha sido un entrenador excepcional. Y no me refiero desde el punto de vista técnico, sino que como médico de club creo que lo ha sido. Ha seguido siempre las directrices que dábamos e incluso era más cauto que nosotros. Ha sido fantástico trabajar con él.

Ahora llegará Eduardo Berizzo. ¿Lo conoció en su paso por Vigo o tiene alguna referencia?
Conocí al Toto en un partido de la selección española contra Chile, siendo segundo de Bielsa, porque le llevaba saludos de gente de Vigo y hablamos un rato del Celta. Es el único contacto que he tenido con él. Lo que me cuenta la gente del club que lo conoce es que es una persona muy agradable con la que debe de ser sencillo trabajar.

Un caso puntual. ¿Llegará Augusto al Mundial?
Hablo con él y con el médico de la selección argentina. Se encuentra muy bien, está muy animado y mejorando mucho día a día. Pero tiene que ser muy cauto porque hay que ver cómo evoluciona esa lesión, cómo responde en el terreno de juego y si el seleccionador espera por él. Se decidirá en el último momento.

Una curiosidad, ¿hay mercado futbolístico de médicos? ¿Ha tenido ofertas?
Sí que lo hay. En algunos años anteriores ha habido llamadas. Se lleva un poco diferente al de los futbolistas, pero sí que hay ese mercado.

¿Este verano no es el caso, no? ¿Seguirá en el Celta?
Sí. Tengo contrato y estoy orgulloso de estar aquí. A todos nos levanta un poco el ego esos intereses. Pero hay que tener los pies en el suelo y valorar en su justa medida todo.

Hoy mismo se concentra con la selección. Un nuevo gran campeonato, un nuevo reto. Y por ahora todos en los que ha estado se han dado muy bien.
Las situaciones y las sensaciones de cada campeonato son diferentes. Pero tenemos la suerte de contar con un equipo que siempre se ha repuesto a las vicisitudes negativas que pudiera tener en contra, como puede ser ahora el momento en el que llegan algunos de nuestros jugadores tras una temporada tan dura. Imagínate lo que significa para la gente que estamos en este mundo ir a un Mundial y, además, en Brasil. Si lo de Sudáfrica fue algo inolvidable, jugar otro Mundial y en ese país ilusiona a más no poder.

Dentro del grupo, ¿se mantiene la ambición pese a todo lo ganado?
En un equipo, quizás esa dinámica de ganar todo te pueda influir negativamente en tu hambre. Pero en una selección, cuando un Mundial o un Europeo se juega cada cuatro años, no nos influye para que cada persona que estamos allí queramos conseguir el siguiente. Un Mundial es la máxima competición a la que puede aspirar un futbolista. Y ganarlo va más allá de ser historia del fútbol, eres historia de tu país.

Para un futbolista es lo máximo, ¿para un médico también?
Para toda la gente que estamos en el equipo. Como para mí, como médico del Celta, ser parte de un grupo que ilusiona al celtismo es un orgullo y una responsabilidad.

Ahora que se acerca Brasil, los recuerdos de Sudáfrica volverán.
Son recuerdos vitales que jamás se dejan atrás. Te acuerdas de cada momento en aquel Mundial, sobre todo del último día. Y cada aniversario uno se sigue emocionando viendo el gol de Iniesta y cómo saltamos todos en el banquillo. Siempre comentamos, tras ganar aquel Mundial, que ojalá ganemos más, pero nunca va a significar tanto como aquel, que fue el primero.

Hablaba antes de esa preocupación por los jugadores con problemas físicos. Su trabajo inminente será ver en qué estado están e intentar recuperarlos.
Más que recuperar, una labor que es más de fisioterapeuta y preparador físico, hay que controlar y decidir. Más que decidir, dar información para que otros decidan, en este caso Del Bosque. Esa información tiene que ser objetiva. Tenemos que elegir con mucho cuidado para aconsejar si un jugador puede estar en un Mundial o no. Es una responsabilidad grande, tanto ante el equipo como ante el jugador.

A la hora de hacer la lista, una de las personas que más cerca va a tener Del Bosque es a usted.
Con el míster hemos hablado muy frecuentemente en las últimas semanas. Lo que hacemos es, sobre todo, pasar información que nos transmiten los jugadores y los médicos de los clubs. Pero ahora llega el momento de tomar decisiones, y en las que hay un componente médico, nos toca esa responsabilidad.

Y en ese momento hay que dejar aparte los aprecios personales.
Exacto. El trato personal con un futbolista te puede influir a la hora de decidir o dar un consejo y no puede ser. Tienes que ser lo más objetivo posible y ellos tienen que entenderlo porque así se lo hago saber. Esta semana los veremos para tomar decisiones definitivas.

Dijo ayer Del Bosque que no puede llevar jugadores mermados. ¿No podría recuperarse alguno a lo largo del campeonato?
Un Mundial son una serie de partidos en muy poco tiempo. Juegas cada tres o cuatro días y si un jugador se te lesiona en el primer partido, por ejemplo, no te podrá jugar el resto de la primera fase como poco. Entonces, riesgos, los mínimos. Si juegas con riesgos te puedes encontrar con una situación como la que pudo tener el Atlético en Lisboa o la que pueda tener cualquier equipo apostando por un jugador que, no digo que tenga que estar al 100%, pero sí en una situación en la que el riesgo sea asumible.

A Costa le pasó lo mismo en dos partidos. ¿Lo llega a entender?
El jugador, en su ansia de estar en un partido tan importante y de ayudar al equipo, sobre todo con el carácter de Diego, querría jugar y mitigó los dolores hasta el punto de intentarlo. Y pronto notó que no estaba tan bien como creía.

Santi Alonso / Atlántico Diario

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