Foto: Vicente |
En otoño pasado, con motivo de la junta general de accionistas, el Celta anunció que su deuda se situaba en 13,9 millones de euros, y apenas nueve meses después, el presidente Mouriño ha rebajado esa cifra hasta los ocho millones. La diferencia es de 5,9 millones, una cifra superior a los cinco que por sistema ha venido pagando la entidad cada año desde que comenzó a poner en marcha un plan de viabilidad que ha ido acelerando con el tiempo y que puede quedar extinguido mucho antes de los once años estipulados en el convenio de acreedores (que finaliza en el 2020). Todo indica que en un máximo de siete (2016) las cuentas globales del Celta dejarán de tener números rojos.
Año a año, la entidad viguesa ha ido descontando deuda de un modo paulatino, tanto en un escenario de Segunda -que afectó al pago concursal durante los tres primeros años- como en Primera, en donde el club lleva dos años de un modo consecutivo. La gran diferencia entre las dos categorías radica en las cantidades que se lleva Hacienda por el operador televisivo al pasar de ingresar dos millones a hacerlo por valor de 23 como en el curso pasado.
Estas cantidades se repetirán el próximo curso. Mouriño se quejó del reparto por primera vez el martes aludiendo a que el colista de la Premier triplica los ingresos del Celta.
La Voz de Galicia
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