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Foto: LOF |
El fútbol es imprevisible. El Celta logra el objetivo de la permanencia con tres jornadas de antelación y con un triplete de triunfos se sitúa como aspirante a la octava plaza de la Liga. Ese es el mayor aliciente que le queda al equipo de Luis Enrique, aunque la competición le ha reservado una sorpresa: ser uno de los jueces por el título de Liga, en el que están involucrados el Atlético de Madrid, el Barcelona y el Real Madrid.
Los célticos volverán a acaparar atención mediática durante esta semana. El Real Madrid visita el domingo el estadio de Balaídos (19.00 horas) y está obligado a sumar los tres puntos en juego para llegar al último partido del curso con opciones de lograr el campeonato. El escenario que se le puede presentar en Vigo solamente será posible para los de Ancelotti si previamente ganan el miércoles al Valladolid en Zorrilla (21.00 horas), en el partido que se había aplazado por la final de la Copa del Rey.
La derrota inesperada del Atlético de Madrid ayer en el campo del Levante ha puesto al rojo vivo de nuevo la pelea por el título de Liga. Los rojiblancos se mantienen líderes, con 88 puntos, con tres de diferencia sobre el Barcelona y con cinco más que el Real Madrid. Los azulgrana también fallaron en esta trigésimo sexta jornada al no pasar del empate el sábado ante el Getafe en el Camp Nou; mientras que los blancos firmaron tablas ayer en el Bernabéu ante el Valencia.
Si ganase el encuentro pendiente en Zorrilla, el Real Madrid se presentaría cuatro días después en Balaídos con 86 puntos, uno por encima del Barcelona y solamente a dos por debajo del Atlético de Madrid. Entonces, el Celta sería uno de los jueces del título de Liga. Balaídos se convertiría en tribunal supremo de la Liga de las Estrellas. Y ese escenario es posible ahora, después de concluir una jornada en la que no ganó ninguno de los tres aspirantes al título y teniendo en cuenta la visita a Valladolid de los de Ancelotti.
Sin embargo, la derrota del Atlético y el empate del Real Madrid, ayer, tuvo consecuencias negativas para el Celta, que tras asegurarse la permanencia y ganar en Pamplona se elevó hasta la octava plaza, que ahora vuelve a manos del Valencia por mejor coeficiente general, aunque ambos están empatados a 46 puntos después de que los de Pizzi sumasen una inesperada igualada en el Bernabéu.
Aparte del Celta, en esa pelea por un puesto notable en la clasificación, justo detrás de los que disputarán competiciones europeas, están involucrados asimismo el Levante y el Rayo Vallecano, que figuran a continuación de los célticos, con 45 y 43 puntos, respectivamente.
A los de Luis Enrique se le esfumaron ayer las escasas posibilidades que le quedan de entrar en los puestos de la Liga Europa después de que el Villarreal empatase en el campo del Sevilla. Con ese punto, los castellonenses suman 53, por lo que se quedan definitivamente fuera del alcance del Celta.
A los célticos le restan los partidos ante el Real Madrid y el Valencia, con el que pueden jugarse la octava plaza en la última jornada en Mestalla. Pero antes de visitar la capital levantina, el Celta tendrá el aliciente de recibir a un rival que buscará los tres puntos para no descolgarse de la carrera por el título. Una derrota de los de Ancelotti en Vigo le daría más vida al Barcelona después de que el sábado dijese adiós a la Liga tras empatar con el Getafe. Pero la derrota del Atlético le ha concedido otra oportunidad a los de Martino, que necesitarán ganar en Elche para afrontar la visita de los de Simeone al Camp Nou con la ilusión de que el ganador de ese partido también se llevaría el campeonato liguero. Si esa opción no es posible, el Barça podría regalarle el título a los rojiblancos. Todo puede suceder en el fútbol.
Pero para que el conjunto azulgrana mantenga opciones al título, el Valladolid o el Celta tendrán que evitar que el Real Madrid les supere. Para Luis Enrique, candidato a ocupar el banquillo del Barça, es un aliciente más con que afrontar el duelo del domingo. Lo mismo le ocurre a Rafinha Alcántara, que vuelve la próxima temporada al Camp Nou, y para exbarcelonistas como Fontás y Nolito.
De repente, la Liga le reserva al Celta un protagonismo que no esperaba hace apenas dos semanas, antes de golear al Valladolid, cuando su única preocupación era evitar el descenso. Ahora, el Celta ejercerá de juez y Balaídos de tribunal supremo de la Liga española.
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