XOÁN CARLOS GIL |
Se acerca el final. Tras mucho nadar, el Celta ya avista
tierra. El triunfo ante el Sevilla, uno de esos de sufrimiento inmenso pero
bienestar mayúsculo, catapulta a los de Luis Enrique hacia la zona tranquila de
la clasificación. A la espera de que concluya la jornada, la situación actual
invita a soñar con un fin de curso tranquilo. 36 puntos, uno menos que los que
bastaron el pasado curso para obtener la salvación, acercan la orilla a tiro de
otra victoria. Si las cosas no se tuercen, Vigo tendrá un equipo de Primera
División la próxima temporada.
La victoria de ayer
es de esas de regusto dulce. Trabajada hasta los últimos minutos y certificada
con un penalti discutible, sirve para alejar fantasmas. Luis Enrique, fiel a su
estilo, planteó un partido valiente, buscando arrebatar el esférico al Sevilla
y minimizar su peligroso contragolpe con una presión asfixiante en campo rival.
Lo logró por momentos, aunque careció de la frescura necesaria para desordenar
al ordenado equipo de Emery. Cualquier desajuste, en cambio, era aprovechado
por un conjunto hispalense que propuso muy poco más allá del pelotazo y la carrera.
Le bastó, eso sí, para crear problemas. Gameiro y Bacca, dos balas, dieron más
de un susto a la parroquia celeste.
La segunda parte
caminaba hacia el éxtasis o la tragedia. El paso de los minutos se incrustaba
en las piernas, los espacios se multiplicaban y los errores se sucedían. El ida
y vuelta exigía un gol que decantase el partido. Lo buscó el Sevilla, con la
velocidad de Reyes y Jairo. También el Celta, a través de un Orellana muy
activo desde su banda. La idea del empate empezaba a satisfacer a los corazones
celestes cuando Martínez Munuera pitó lo que pocas veces se pita en Balaídos: un
penalti polémico con color celeste y protesta rojiblanca. Nolito, con 7 goles y
unos cuantos palos en una temporada tirando a decepcionante, aseguró los 3
puntos.
Vallecas espera la próxima semana. Importante no perder. Ganando, la faena esperaría simplemente la estocada final. 4 puntos pueden ser suficientes para certificar el objetivo. Quizás menos. Sea como fuere, el Celta se encuentra en una situación inmejorable para sellar su propósito de esta temporada. Ya se vislumbra la orilla.
0 comments:
Publicar un comentario