Hay veces que la vida te concede una segunda oportunidad. Eso debe pensar Iomar do Nascimento, Mazinho, respecto a sus dos hijos mayores, Thiago y Rafinha Alcántara. El mítico centrocampista del Celta en la segunda mitad de la década de los 90 ha visto cómo sus vástagos elegían caminos diferentes respecto a sus preferencias por defender los colores de una selección.
El mayor, Thiago, mostró en toda su carrera su predilección por defender los colores de España, una decisión que no siempre Mazinho entendió, tal y como se encargó de reflejar en una entrevista en un canal de televisión brasileño.
"Estuve muy triste porque yo representé a mi país durante muchos años y quería que mis hijos hiciesen lo mismo, soy brasileño y estoy orgulloso de ello", destaca Mazinho, que desvela también su decepción con la Confederación Brasileña de Fútbol durante los años adolescentes de Thiago, dejadez que puede explicar en parte el convencimiento absoluto del ahora jugador del Bayern en defender los colores de la "Roja". "Desde Brasil me comentaron que no podían convocarlo porque no estaba formado allí".
Los cambios que se han producido en diferentes estamentos de la federación brasileña en los últimos años han cambiado las cosas. En el país sudamericano, conscientes de que han podido cometer un error en casos como el de Thiago, o más recientemente con Diego Costa, a punto de debutar con España, se han volcado en mejorar el trato hacia las jóvenes promesas brasileñas repartidas por Europa.
Prueba de ello es la reciente visita del seleccionador de Brasil sub 20, Alexandre Gallo, junto con un representante de la federación para controlar la evolución de Rafinha. Un seguimiento para constatar que el deseo del jugador continúa siendo el mismo que ya expresó en numerosas ocasiones desde hace unos años, que no es otro que el de ser internacional con la camiseta que defendió su padre en 35 ocasiones. A pesar de tener la oportunidad de jugar con las categorías inferiores de España asiduamente, concretamente con la sub 16, la sub 17 y la sub 19, la decisión parece definitiva.
Mazinho verá, por tanto, cumplido uno de sus sueños si nada se tuerce en la evolución del ahora jugador del Celta. Hasta el momento, Rafinha ya se ha puesto la elástica de la canarinha en tres ocasiones, al disputar el Sudamericano sub 20. Su debut con la selección absoluta de Brasil se producirá más pronto que tarde, ya que los técnicos sudamericanos no pierden ojo de sus actuaciones.
Se antoja demasiado temprano el Mundial que albergará precisamente el país sudamericano este verano, cita en la que podría estar su hermano Thiago, que ha vuelto a entrar en los planes de Vicente del Bosque.
Sería dentro de cuatro años, en el Campeonato del Mundo de Rusia de 2018 el momento propicio para que los Alcántara tuviesen la oportunidad de verse las caras en la competición más prestigiosa de selecciones del planeta, siguiendo los pasos de los Boateng -Kevin Prince juegan con Ghana y Derek con Alemania-, aunque con la novedad de que sería el primer enfrentamiento de la historia entre dos hermanos con el mismo padre y la misma madre.
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