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| Foto: LFP |
En un partido de muchísimo mérito de toda la retaguardia del equipo, el mejor fue el danés, que se sacó de forma definitiva el carnet de pivote en el centro del campo siendo el primer defensor y el primer atacante del conjunto celeste. Porque en la primera parte, contra lo que es consustancial en el nórdico, fue más eficiente sin el balón que con él, y en la segunda comandó con incansable acierto el ataque sin olvidarse de ocupar el espacio en sus tareas defensivas.
Para Krohn la temporada debe ser más que positiva, ya que, aunque no es titular indiscutible, se ha demostrado a sí mismo que puede adaptarse a cualquier posición, incluso a una de teórico corte defensivo como la de pivote. Aunque cuando más se le vio disfrutar ayer fue con las conducciones de balón con las que creó superioridades en banda en el ataque vigués. Es un jugador para todo.
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