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Foto: Marta Grande |
La decisión la ha tomado el técnico del primer equipo blaugrana, Gerardo "Tata" Martino y cuenta con el visto bueno del director deportivo, Andoni Zubizarreta. Aunque el técnico argentino no ha sellado todavía su renovación por el club azulgrana, Martino planifica con Zubizarreta las líneas maestras el ejercicio 2015-15 y en sus planes está que Rafinha tenga ficha con el primer equipo.
Algunos medios, como el deportivo Sport detallan incluso las razones que llevarán a Martino a repescar al versátil centrocampista hispano-brasileño. Según este rotativo, Rafinha ha encandilado al preparador argentino en sus actuaciones con el Celta por su capacidad para conjugar talento, calidad y descaro y pretende dotar de savia nueva el medio campo azulgrana con un futbolista potente a la par de técnico. Martino ya ha transmitido su deseo de reincorporar a Rafinha la próxima campaña como una de las grandes apuestas de futuro en un momento en el que algunas de las vacas sagradas del club catalán, como Xavi Hernández, comienzan a sentir el peso de los años.
El Celta, en realidad, nunca se ha hecho demasiadas ilusiones sobre sus posibilidades de retener a Rafinha. No hay que olvidar que la preferencia inicial del Barcelona era ceder al futbolista a la Real Sociedad, un equipo de rango europeo, pero acabó cediendo a la presión de Rafinha, que prefería jugar en Vigo por su vínculo emocional con la ciudad, donde vivió su infancia y aún residen su madre y su hermana menor.
El préstamo al Celta, no obstante, estuvo vinculado a la renovación de Rafinha, que concluía contrato con el conjunto azulgrana en junio próximo y se comprometió con el Barcelona por dos campañas más, esto es, hasta junio de 2016, con una cláusula de rescisión de 30 millones de euros.
Se trata de un contrato relativamente corto y el club catalán parece estar firmemente decidido a que no se repita la situación ocurrida el pasado verano con Thiago Alcántara, el hermano mayor de Rafinha, que se mudó al Bayern de Múnich por culpa de la indecisión y luego parálisis del Barcelona para garantizarse su continuidad.
La llegada de Rafinha al Celta fue pues una solución provisional para que el chico, que hoy cumple 21 años, fuese creciendo en Primera División en tanto se la hacía hueco en el primera plantel azulgrana.
Y lo cierto es que el chico no ha defraudado las expectativas. Recibido en Vigo como hijo pródigo e indiscutible para Luis Enrique desde que el balón comenzó a rodar, a Rafinha le costó algunos meses tomarle el pulso a la categoría, pero con el paso de los partidos el hijo menor de Mazinho comienza a dar una medida futbolística cuyo límite es difícil de calcular, pero que le augura un porvenir de estrella en un equipo grande. El Barcelona, al menos, ya lo ve listo, para repescarle.
Faro de Vigo
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