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Foto: Ricardo Grobas |
Dos victorias seguidas. Ese ha sido el botín que con ahínco ha perseguido el cuadro de Luis Enrique desde que comenzó la temporada. Un premio que, al margen del incuestionable rédito clasificatorio en una competición tan apretada en sus profundidades, hubiese significado una inyección anímica considerable para un grupo joven y defensor de una propuesta atrevida. Siempre se ha resistido. Tras el Betis, sobrevivió el Granada. Después del Málaga, llegó el Barça. Con el Sevilla, apareció un Rayo. Y tras el Almería, el frío de Valladolid. Ahora, después de derrotar al Valencia en Balaídos, el viaje a Barcelona para visitar al Espanyol supone la quinta oportunidad para dar un golpe sobre la mesa e instalarse en la zona tranquila de la tabla. Permitiría, además, dar caza a los periquitos. Un dos en uno que los celestes no quieren dejar escapar.
Por primera vez en mucho tiempo, Luis Enrique podría repetir alineación. Lo ha hecho tan sólo una vez, en las dos primeras jornadas del campeonato. Desde entonces, sanciones, lesiones y los propios vaivenes del técnico han impedido que un mismo once repita la semana siguiente. A la estabilidad ayuda el buen rendimiento de los Jony u Orellana. Tanto el vigués como el chileno parecen haberse hecho con la titularidad en las dos demarcaciones más discutidas del equipo titular. Sin ausencias físicas ni disciplinarias, todo parece indicar que en Cornellà-El Prat estarán de inicio los 11 futbolistas que comenzaron el choque ante el Valencia.
Yoel ocupará la portería escoltado por una línea de cuatro defensas compuesta por Hugo Mallo, Cabral, Fontás y Jony. Oubiña, Augusto Fernández y Álex López formarán el trivote del centro del campo. En zona ofensiva, Rafinha y Orellana ocuparán las bandas con el brasileño Charles en punta.
Por su parte, en el Espanyol todavía perdura la resaca del partido de Copa ante el Alcorcón. Los de Javier Aguirre, fuera de la competición a falta de 10 minutos, consiguieron darle la vuelta a la eliminatoria y meterse en unos cuartos de final en los que ya espera el Real Madrid. Pese a la proximidad del choque, que se juega el martes, no habrá rotaciones en el conjunto perico. David López, con molestias en los isquiotibiales, será la principal ausencia de un cuadro catalán que tampoco podrá contar con el delantero Thievy.
Así pues, once prácticamente de gala de los de Aguirre. Kiko Casilla estará en portería, protegido por una retaguardia compuesta por Javi López, Colotto, Héctor Moreno y Fuentes. Por delante, doble pivote formado por Víctor Sánchez y Abraham. En zona de tres cuartos, Stuani por la derecha, Simao por la izquierda y Sergio García como segundo punta. Y arriba, la revelación perica de la temporada, el colombiano John Córdoba.
Dirigirá el encuentro el navarro Prieto Iglesias. Partido para crecer de un Celta incapaz de sumar dos triunfos consecutivos desde aquella doble victoria ante Valladolid y precisamente Espanyol que permitió convertir en realidad el milagro de la salvación. Ha sido sin duda uno de los grandes lastres de un equipo de buenas intenciones, pero al que siempre le ha faltado esa dosis de confianza y tranquilidad que supone el ganar y volver a ganar. La de esta noche será la enésima oportunidad para despegar. Volar o quedarse en tierra dependerá de lo que hagan los hombres de Luis Enrique en un estadio que todavía no les ha visto ganar.

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