Foto: LOF |
El Celta tratará de certificar mañana su primera victoria en Balaídos ante el Rayo Vallecano con un once muy similar al que derrotó el pasado sábado al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán y goleó en su anterior desplazamiento al Málaga en La Rosaleda. Luis Enrique se ha mostrado hasta la fecha partidario de no modificar lo que funciona y todo hace indicar que frente al conjunto de Paco Jémez no moverá sus piezas más que lo estrictamente imprescindible.
El preparador celeste debe buscar una solución a la ausencia de Gustavo Cabral, que no ha logrado superar el esguince en su rodilla izquierda sufrido en el estadio sevillano y descansará forzosamente contra los madrileños. El argentino fue sometido ayer a una resonancia magnética que ha confirmado la lesión y establece un plazo de recuperación de diez días. Su puesto en el eje de la zaga lo ocupará presumiblemente David Costas, una de las apuestas personales más firmes del técnico desde su llegada al Celta, con el repescado Jonathan Vila a la expectativa en el banquillo.
La gran duda, sin embargo, será si Luis Enrique vuelve a apostar por Santi Mina en perjuicio de Rafinha o relegará esta vez al delantero canterano al banquillo. Hasta hace una semana, Rafinha era poco menos que intocable para Luis Enrique. Aunque una lesión muscular retrasó su incorporación al once, hasta el partido del Sánchez Pizjuán el hijo de Mazinho siempre había iniciado los partidos cuando estaba en buenas condiciones físicas y en alguna ocasión, como en el duelo celebrado ante el Elche en Balaídos, el técnico prefirió no agotar los cambios para mantenerlo hasta el final en el campo.
El rendimiento de Rafinha, cuya cesión al Celta fue recibida el pasado verano con una explosión de júbilo como no se recordaba en años, está lejos de colmar las expectativas generadas con su contratación. A Luis Enrique le ha costado encontrarle una ubicación ideal en el campo y ha alternado mejores y peores momentos sin llegar a cuajar hasta el momento un partido verdaderamente redondo.
La irrupción en escena del joven Santi Mina, al que Luis Enrique ha situado en varios partidos ya en banda derecha, y el excelente rendimiento ofrecido por Augusto en el medio campo junto en La Rosaleda, donde Rafinha estuvo ausente por sanción, y el Sánchez Pizjuán, donde el brasileño fue suplente, hacen pensar que el técnico no va a modificar mañana la línea.
Tampoco parece que el preparador celeste vaya a recurrir de partida al danés Krohn-Dehli, aunque éste está ya totalmente recuperado del esguince de tobillo que lo mantuvo en el dique seco un par de semanas. El mediocampista escandinavo ha alternado la titularidad con la suplencia desde el inicio de temporada y el buen rendimiento ofrecido últimamente por los hombres de medio campo le sitúa de nuevo a la expectativa en el banquillo.
Con independencia de si el técnico celeste, opta por Mina o Rafinha -incluso Augusto, si el brasileño juega en medio campo, como ante el Barça-, tanto Nolito, cuya productividad ha ido de menos a más con el paso de las jornadas, como Charles, que comenzó la Liga en racha y últimamente le cuesta mucho más hacer goles, parecen fijos mañana ante el Rayo en las posiciones de ataque.
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