David de Dios (Vigo, 1981) está tranquilo pese a encajar trece goles en las tres últimas citas con otras tantas derrotas. Considera que es parte del peaje que su novel plantel tiene que pagar, y su única preocupación es que sus jugadores entren en una dinámica de derrotas. Salvo en el primer tiempo con el Guijuelo, no tiene ninguna queja de la actitud del colectivo.
-¿Cómo ve la situación del Celta B tras la goleada de Zamora?
-Se ha visto que cada vez que nos marcan no estamos acostumbrados a ir perdiendo y si nos marcan perdemos el norte. En todos los partidos, salvo en el primer tiempo ante el Guijuelo, siempre hemos dado buenas sensaciones hasta que nos han metido. En Zamora hasta el 1-0 ellos estaban encerrados, pero no metimos ninguna ocasión. Tenemos que mejorar cuando nos meten, es la inexperiencia de los jugadores, quieren remontar en cinco o diez minutos y no se dan cuenta que en Segunda B en vez de remontar lo que consigues es arriesgar demasiado y te cae la goleada.
-Han encajado 13 goles en tres partidos, ¿Es para preocuparse?
-En los cuatro primeros partidos no habíamos encajado y ahora llevamos en contra 13 goles. Creo que es demasiado castigo para lo que estamos haciendo. El día del Avilés no merecimos cuatro ni de broma, ante el Guijuelo nos tiran cuatro y nos meten tres y en Zamora todo lo que tiran lo meten.
-¿A qué achaca el cambio de pasar de no encajar a las goleadas?
-Aquí tienes que tener 24 sentidos puestos a la vez, nosotros no podemos jugar al 90 %, sino al 100 % y todo el mundo; en el momento que alguien baje un poquito, el rival lo aprovecha. Los rivales viven de nuestros errores porque nos medimos a equipos que juegan atrás, que son muy agresivos porque saben que no nos pueden dejar jugar y todo eso son situaciones que estamos viviendo nuevas. Es un paso formativo que tenemos que dar. Nos falta ajustar muchas cosas y ver la realidad de cosas que no pasaban ni en juveniles ni en Tercera División. No veo falta de actitud en los jugadores.
-Tras el partido de Guijuelo no estaba contento de la actitud de los jugadores.
-Fue algo puntual, solo en el primer tiempo del Guijuelo. La formación es lo que prima en nuestro caso. Nosotros no tenemos un problema, son los chicos jóvenes los que tienen que darse cuenta de esa realidad y es un paso necesario.
-¿De todo, que es lo que más le preocupa?
-Que el jugador entre en una dinámica de pensar: ?No podemos?. No me preocupa otra cosa. Los goles llegarán, mejoraremos. Solo me preocupa que el jugador entre en una dinámica de derrotas y surja miedo en cada acción.
-¿Son un equipo blando a nivel defensivo?
-Sí, no voy a engañar. ¿Qué jugador de 19 años es agresivo? Llegamos a Zamora y ya había jugadores de ellos amenazando a los nuestros.
-¿Cómo se puede revertir esto?
-Con una victoria el domingo (ante la Cultural desde las cinco en Barreiro). El fútbol es un estado de ánimo y la derrota del domingo duele, pero seguro que con una victoria las cosas cambian. No estamos jugando mal.
-¿El domingo estarán Rubén Blanco u Óscar Santiago?
-Ni Rubén ni probablemente con Óscar Santiago, que tiene una microrrotura, tendremos que tirar de un juvenil de primer año (Iván Villar). Esa es la idea de club.
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