Álex y Augusto guían a un Celta dubitativo e indeciso


Foto: Faro de Vigo
La preocupación que el Celta mostró ante el Oporto por defender mejor que atacar se repitió ayer en Balaídos ante el Southampton, pues el equipo exhibió una gran preocupación por el posicionamiento y la presión cuando no poseía el balón, mientras que las imprecisiones se sucedieron cada vez que se recuperaba el esférico.

Interiores

Una posición disputada. Incluso teniendo en cuenta la salida de Rafinha al poco de comenzar el partido a causa de unas molestias, el Celta concentró todo su potencial en una de las posiciones que el exbarcelonista viene a ocupar: los interiores. Y es que si bien Krohn-Dehli tuvo una actuación desapercibida, fueron Augusto, en la primera mitad, y Álex López, que ocupó su puesto en la segunda, los que se encargaron de repartir el poco fútbol que se vio ayer en Balaídos. Fueron ágiles en las transiciones. Leyeron bien el encuentro. Supieron manejar los tiempos y salir hacia arriba cuando la situación lo exigía o frenarse cuando no había salidas por delante. Augusto enseñó que sus habilidades no se restringen solo a la exposición de extremo, mientras que Álex confirmó que no está dispuesto a ceder sus minutos del año pasado en manos de nadie.

La salida

El problema es llegar. Con todo, en la mayor parte de ocasiones, se percibió que el problema residió en poder llegar a estos dos jugadores, ya que la preocupación por no desarmar el equipo provocó que la movilidad fuera prácticamente nula hasta que el esférico llegaba a Álex o Augusto. A partir de ahí, las contadas ocasiones que el Celta lo consiguió, fue cuando se pudo sentir el peligro.

Los extremos

Una sola banda. Precisamente, el hecho de que Augusto haya sido desplazado al interior creó un vacío importante en la banda derecha, que ni Charles al principio ni Orellana más tarde supieron rellenar. Sin embargo, fue Nolito quien impuso, aun sin estar demasiado acertado, el criterio ofensivo que trascendió a la presión y las ganas de Charles y David Rodríguez. Por la derecha, Hugo Mallo llevó a cabo las pocas aproximaciones, mientras que por la izquierda, la clara vocación ofensiva de Toni colaboró con la labor de Nolito. En cualquier caso, las bandas se mantuvieron muy abiertas durante el encuentro.

Faltas

Sufrir hasta el final. El despliegue táctico demostrado en la colocación defensiva y la presión al rival no se extendió a las jugadas a balón parado del Southampton, que remató un porcentaje muy elevado de las faltas y córners de los que dispuso. Y es que esta carencia se notó especialmente al final del partido, por lo que no parece que vaya a cambiar la costumbre ya casi histórica del equipo.

Brais Suarez / La Voz de Galicia

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