Una semana con Luis


Foto: Salvador Sas
Luis Enrique inicia hoy su segunda semana de trabajo como técnico del Celta. Es muy pronto para valorar la labor del preparador asturiano, que ni siquiera ha podido entrenar a todos sus futbolistas ni se ha sentado aún en el banquillo –el primero de los escasos amistosos anunciados oficialmente por el club es el día 28 en Oporto–, pero en sus primeros días como técnico celeste ya ha mostrado algunas de las características que definen su día a día, tanto en lo que se refiere a su persona como al trabajo que desarrolla sobre el campo.

Ejercicios con balón

La pretemporada es la época en la que los futbolistas asumen mayor carga de trabajo. Los entrenamientos que se llevan a cabo en las semanas previas a la competición determinan en buena medida el estado físico del equipo a lo largo de la competición. Sin embargo, las sesiones preparatorias del Celta en su primera semana de trabajo se han caracterizado por el uso del balón en casi todos los ejercicios, lo que sin embargo no reduce la exigencia de los entrenamientos. 

'Son entrenamientos duros, exigentes, nos hacen llegar cansados a casa, pero son llevaderos. Hacemos muchos ejercicios con balón y eso es lo que más nos gusta a nosotros', aseguraba el sábado el lateral Carlos Bellvís. 

Un técnico comunicativo

Su predecesor, Abel Resino, seguía cada entrenamiento prácticamente sin interferir en él, como si lo que sucediese sobre el césped de A Madroa fuese una realidad ajena a él. Serer, su segundo, o bien Miguel Peiró, su preparador físico, hacían el trabajo sucio. Luis Enrique es la antítesis. El preparador asturiano no deja de dialogar con unos y con otros. Dedica todo el tiempo del mundo a conversar con sus pupilos, ya sea para interesarse por cómo le fueron las vacaciones o para corregir aspectos tácticos que acerquen a los futbolistas celestes a la idea de juego que trata de inculcar en el Celta. 'Es un entrenador cercano, que habla mucho, que pide información, cosa que se agradece, pero que también está encima y te exige', destacaba días atrás Álex López. De su exigencia habla, por ejemplo, el castigo al que sometió a Gustavo Cabral, que entrenó en solitario durante toda la semana por incorporarse con retraso a la pretemporada, debido a un problema con su vuelo desde Argentina.


Fútbol combinativo

El Celta ha apostado en los últimos años por una filosofía muy definida: apuesta por la cantera y fútbol combinativo. Dicha idea, que puede tener al Barcelona como referencia, fue la que aplicaron en su día Eusebio y Herrera. Luis Enrique, ex blaugrana como Eusebio –que precisamente fue su sucesor en el Barça B–, dará continuidad a esa idea. En su primera semana de trabajo en A Madroa, ha prestado especial énfasis a los ejercicios de toque rápido y/o en espacios reducidos, encaminados a ejercitar aptidudes necesarias para practicar ese fútbol combinativo.


Entrenador con carácter

Luis Enrique se caracterizó durante su larga y exitosa carrera como futbolista –15 años y 400 partidos en Primera División– por su fuerte carácter. Ahora, en su papel de técnico, no ha cambiado y no son pocos los miembros del plantel celeste que consideran que su forma de ser puede venirle muy bien a un equipo que la temporada pasada dio muestras, por momentos, de cierta endeblez en el plano psicológico. 'En su época como jugador tenía mucho carácter y eso nos va a venir muy bien', afirma en este sentido Jonathan Vila.


Seguimiento pormenorizado

Luis Enrique dirige sesiones no demasiado largas –de entre una hora y hora y media– pero preparadas al máximo. Se muestra muy activo en todo momento, tal y como hacen su técnico ayudante, Roberto Moreno –habitualmente pizarra en mano–, y el preparador físico, Rafael Pol. Junto a ellos están Juan Carlos Unzué, segundo entrenador, y el psicólogo deportivo Joaquín Valdés, que habitualmente graba los entrenamientos.

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