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| Foto: Marta G. Brea |
Es, hasta la fecha, el fichaje que más desembolso le ha supuesto al Celta este verano. Manuel Agudo 'Nolito' (Sanlúcar de Barrameda, 1986) es optimista de cara a la campaña entrante, pero también pide cierto grado de realismo.
- La pretemporada avanza. ¿Lo hecho hasta ahora sirve para algo más que para la puesta a punto física?
- Sí. La verdad es que estamos trabajando bien, poco a poco nos vamos encontrando mejor y veo al equipo un poco cansado pero cada vez mejor.
- Se van incorporando jugadores, se va aumentando el ritmo... ¿El proyecto va tomando forma?
- Van llegando los refuerzos y creo que es un buen grupo, un buen equipo. Pero hay que seguir trabajando e ir poco a poco.
- Por lo visto hasta ahora, ¿la temporada pinta bien?
- En principico, tenemos un grupo espectacular a día de hoy. Además, se está trabajando bien, con intensidad. Pero también hay que tener tranquilidad, ir pasito a pasito. No hay que tirar cohetes.
- Lo que es innegable, sobre todo tras el recibimiento a Rafinha, es que la afición está muy ilusionada.
- Cierto. En el entrenamiento de la tarde del lunes había mucha gente, toda ilusionada. Es normal: llega Rafinha, que es un gran futbolista y que además vivió aquí. Pero hay que tener tranquilidad.
- Esa ilusión que se ha creado en la gente, ¿presiona más al equipo a la hora de empezar ya a buen nivel?
- Una vez que saltas al terreno de juego, la presión no existe. Habrá jugadores a lo mejor que la tengan pero este equipo tiene bastante personalidad y capacidad. Lo importante es que vaya el mayor número de aficionados posible al estadio. Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo, que es mantener la categoría sin sufrir tanto como el año pasado.
- ¿Puede existir el peligro de que la gente se ilusione tanto que piense que la permanencia es un objetivo demasiado corto?
- Lo que hay que ser es realista. Creo que se ha firmado bien, hay un buen equipo y buena cantera. Hay que ir paso a paso y tampoco tirar cohetes en el aire. El objetivo es mantener la categoría sin sufrir. Ya después si sale todo bien, se verá lo que pasa.
- En la pasada temporada, al equipo le faltó un poco de experiencia en Primera. Los fichajes tampoco es que tengan muchos partidos en esta categoría en España. ¿Puede repetirse el pecado?
- No tiene por qué pasar. No hay que tener 30 años para tener experiencia. Un chaval de 18 puede tener más experiencia que uno de 30. No sé si el año pasado falló ese aspecto, pero yo veía jugar al Celta y no tenía mal equipo. Algo está claro que fallaba, no sé qué. Somos un equipo joven pero con experiencia y hay que demostrarlo en el campo.
- En lo personal, ¿el reto es hacerse con un nombre en Primera en España?
- El reto es intentar jugar, ser feliz y aportar lo máximo para el equipo. Tratar de agradecerle el esfuerzo económico que han hecho por mí, demostrar que no se han equivocado. El primer objetivo es ayudar al equipo en todos los aspectos. Como soy atacante, intentar hacer goles y que el Celta permanezca en Primera muchos años con tranquilidad.
- Pero sí tenía entre ceja y ceja jugar en España.
- Sí, ése era mi deseo. Cuando vino el míster aquí al Celta no me lo pensé mucho. Estoy contento. El Celta ya me seguía desde hace tiempo y me había querido firmar en Navidad y en verano. Me convenció el proyecto, el hecho de que estaba el técnico. Pero ahora hay que empezar de cero, trabajar y demostrar que quiero jugar.
- ¿Qué aprendió en su año y medio en Portugal?
- De todo se aprende y saqué muchas cosas. A veces me tiraba un mes sin jugar y tenía que trabajar. Cosas que se aprenden en el fútbol, que hay que callarte, entrenar y seguir. Al final, yo creo que el fútbol no se acaba ni en el Barcelona, ni en el Benfica, ni en el Celta ni en ningún equipo. Hay que entrenar fuerte, aprender cada día y al final, jugar y ser feliz. La vida también se trata de divertirse un poco.
- Desde muy joven está fuera de casa y ha pasado por varios equipos. Eso le habrá potenciado su capacidad de adaptación.
- Sí. Desde los 16 años estoy fuera de mi casa y eso te hace madurar antes. Pero es lo que me gusta, mi trabajo y me tengo que ir donde sea. Si puedo, intentar elegir el equipo que yo vea y tratar de no equivocarme. Lo que quiero es ser feliz, que mi familia esté feliz, hacer mi trabajo, intentar jugar y que todo vaya bien.
- ¿Le gustaría asentarse ya en un equipo?
- Eso nunca se sabe. Lo mismo me tiro diez años en el Celta o para el año Miguel y el míster me dicen: te echamos. Hay que pensar en el presente y trabajar.
- El sello Barcelona está más que claro en los fichajes con usted, el técnico, Fontás y Rafinha. La filosofía está clara.
- La filosofía no es la del Barça B, es la del míster y la implanta en cualquier equipo al que vaya. Tiene carácter y no se casa con nadie. Va a intentar jugar con su dinámica, plasmando su pensamiento como entrenador. Nosotros estamos cogiendo los conceptos que él quiere. Él es el capitán, el que manda.
- Aquí ha dejado huella Iago Aspas, un canterano clave en las dos últimas temporadas. ¿Teme las comparaciones?
- No. Iago es un magnífico jugador, me encanta. Pero no me gusta que me comparen con nadie. Yo soy Nolito. Iago es un pedazo de jugador, aquí lo ha hecho todo. Yo sólo intentaré aportar lo máximo al equipo y dar alegrías a la directiva y a la afición. Cada uno es libre y puede pensar lo que quiera. Yo simplemente intentaré ayudar al equipo.
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