Notas 2012-13: [18] Chu-Young Park: decepción se escribe en coreano


ÓSCAR VÁZQUEZ
Nombre Minutos Part. Tit Sust Gan Emp Per Goles Asis Ama Rojas
Park 746 22 8 6 6 5 11 3 1 3 0

Como todos los años llega el momento de evaluar y puntuar a los jugadores del Celta tras la conclusión del campeonato. Este año, los que formamos MoiCeleste analizaremos, uno a uno, a todos los futbolistas para que vosotros le pongáis la nota a su temporada. Gracias a todos por participar.

Aterrizó como un relámpago y se fue diluyendo entre la intensa lluvia que arreció durante toda la temporada. Es difícil evaluar la temporada del otrora superclase surcoreano, Chu-Young Park. Su fichaje levantó ilusión más por exótico que por acertado: un servidor escribió aquí que su calidad, a tenor de los muchos partidos que había visto de él en Mónaco y con su selección, era incontestable. Pero también manifestaba dudas al respecto de la posición que fuese a ocupar en el esquema de Paco Herrera y la relación que mantuviese con sus compañeros. Chu-Young nunca se adaptó y, cuando pareció empezar a hacerlo, su participación fue capada sin compasión. La continuidad le fue negada desde un primer momento y su voluntarismo se antojó poco para un equipo que necesitaba goles.

Pero el exjugador del Mónaco nunca fue un goleador. Quizá Torrecilla, Herrera, Mouriño y quien fuese responsable de su venida a Balaídos, se esperaban otra cosa después de su irrupción goleadora en la pasada olimpiada. Buenos desmarques y mucha intención, pero poca incisión y mordiente. Eso ha sido Chu-Young desde siempre, un delantero/segundo punta que se siente más cómodo creando espacios y asistiendo que goleando. Cuatro han sido las dianas que ha conseguido materializar esta temporada entre Liga y Copa del Rey. Cuatro puntos nos han dado esos cuatro goles, cuatro puntos sin duda útiles pero escasos en el valor global de un jugador que cobró más de lo que pudo ofrecer en el campo.

Perdido, apático en ocasiones debido a la impotencia, utilizado como un revulsivo que nunca funcionó y sobre todo demasiado islote cada vez que saltaba al campo. Ni peinando balones daba la sensación de ser todo lo útil que podría haber sido. Su debut, con gol-partita en presencia de sus compatriotas periodísticos, coloreó de esperanza su futuro y el del equipo. Una esperanza que no tardó en desvanecerse hasta convertirse en un aluvión de murmullos y pitos. Los mismos que habían alabado la llegada del primer surcoreano al deporte vigués se transformaron en sus primeros detractores. El delantero asumió su rol y decidió encajar con silencio y aceptación su cada vez más evidente ostracismo.

Cabe preguntarse, tras el desplante que desveló El Fútbol es Celeste, si la paciencia de Park explotó de forma justa o no. Cabe preguntarse, también, si no habremos infrautilizado a un jugador con vitola de estrella. Pero la pregunta más incisiva y dolorosa de todas se dirige, una vez más, a la secretaría técnica del club: ¿necesitaba el Celta fichar a un jugador como Chu-Young? El optimismo, más de moda que nunca en nuestros sentimientos celtistas, me hace finalizar esta valoración de forma positiva. Porque aunque la decepción fue evidente, el surcoreano ayudó un poquito a la consecución del objetivo. Y eso, a toro pasado, es lo único que tiene que importarnos.

¿Qué nota le pondrías a Park? 

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