RICARDO GROBAS |
En el mundo del fútbol pocas cosas suceden por casualidad. La planificación que realizan los clubes en verano es fundamental para el desarrollo de la competición. Por fortuna, existe el mes de enero, época que aprovechan los clubes para subsanar los errores cometidos en verano con vistas a corregir una mala trayectoria durante la primera vuelta de la Liga. El tiempo demostró que en verano el Celta no trabajó bien, pero en invierno se trabajó peor. Un buen ejemplo es la situación que se vivirá mañana.
El Celta decidió afrontar la temporada con Hugo Mallo como único lateral derecho, pero teniendo a Jony, una de las promesas de la cantera, como suplente del marinense en caso de que éste no pudiese jugar. Jony seguía fogueándose en el filial para mantener el ritmo competitivo y Hugo Mallo, uno de los mejores laterales jóvenes de España, gozaba de una titularidad indiscutible. La decisión fue correcta. El de Marín no necesita un competidor, y de hecho alcanzó el mes de enero en un estado de forma que le convertía en candidato para alguna convocatoria con la selección española.
Sin embargo llegó un fatídico encuentro de copa en el Bernabéu que acabó con la temporada de Hugo Mallo tras romperse en una acción desafortunada. Jony pasaba a ser el titular, o al menos optaba a ello, y el club barajó la posibilidad de fichar a un lateral o aguantar toda la temporada con el de Matamá. Lo lógico hubiese sido fichar a un lateral, habida cuenta de que en el filial no había opciones que convenciesen al cuerpo técnico. Parecía un riesgo innecesario afrontar la temporada con un solo lateral derecho, pero el club, avalado por la opinión de Paco Herrera, tal y como reconoció en sala de prensa el técnico catalán, decidió jugar la carta más arriesgada.
Por fortuna, Jony no sufrió ninguna lesión y fue capaz de ser bastante contenido con las tarjetas amarillas, de modo que completó casi toda la temporada, pero vio la quinta justamente en el momento más inoportuno. El Celta se juega la vida mañana en Valladolid y lo hará sin ningún lateral derecho. Opciones son varias, y seguro que Abel elige lo mejor para el Celta. Antón de Vicente o Augusto, más alguna otra opción, son las variantes para suplir a Jony, pero el coste será alto. Ojalá mañana salga todo bien y nadie se acuerde de esto, pero si sucede algo puede que más de uno se pregunte porqué el club decidió jugarse la segunda mitad de la temporada con un solo lateral derecho. Lo mismo podría decir Oubiña, que tras la salida de Bustos vio como el club renunciaba a fichar a un futbolista para darle descanso.
La responsabilidad de esta decisión tendrá muchos padres. Probablemente todos apunten a la cabeza de Torrecilla, que al fin y al cabo cobra como el responsable máximo de la planificación deportiva, pero en las decisiones tomadas en el Celta tuvo mucho que ver tanto el anterior entrenador como el propio club. Lo mejor es que el lunes nadie hable de esto, sería la mejor señal, pero es imperdonable llegar al partido clave de la temporada sin lateral derecho por la temeraria decisión de afrontar media temporada con un solo futbolista para esta demarcación.
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