EFE |
Hace unas semanas comparó a las aficiones de Celta y Deportivo, acusando a la viguesa de ser poco cariñosa y a la ciudad de ser "complicada". Luego más o menos se retractó, pidió disculpas por haberlo dicho, pero no pensarlo. No fue la última vez. Ayer mismo, en declaraciones a medios sevillanos, antes de la visita del Deportivo al Betis, volvió a dejar claro que su estancia en Vigo no fue todo lo feliz que él hubiese deseado.
El ex técnico celeste explicaba de este modo su renovación por el Celta en el año 2.006, después de un ascenso y a las puertas de debutar como técnico en competiciones europeas: "En el año 2006, era mi tercer año en el Celta y me llamó Lopera. Me dijo si quería volver. Con mucho dolor en mi corazón y con el rechazo de mi cerebro, tenía dada mi palabra a Horacio Gómez con el Celta de Vigo y no pude volver. No tenía firmado. Fue un gran error. El tiempo lo demostró. Debí haber dejado el Celta aquel año. Estaba atrapado emocionalmente con el presidente, que luego vendió el club. Eso amplifica la talla de mi error, pero eso no fue culpa mía, no lo sabía”, explicó Vázquez.
De todos es sabido que Fernando Vázquez siempre fue un hombre de Horacio Gómez, aunque desconocíamos que la implicación personal con el ex dirigente fuese tan grande. Su relación con Mouriño nunca fue la ideal, y aunque el por entonces novato presidente celeste tuvo paciencia con él, acabó cortando su cabeza cuando el Celta entró en puestos de descenso. Un error, según Vázquez, fue iniciar aquella temporada que le permitía disfrutar de la Copa de la UEFA. Justo premio al trabajo del año anterior. Resulta curioso que Vázquez no haya querido hacer declaraciones relativas al Celta desde que dejó el cargo en 2007, y que en los poco más de dos meses que han pasado desde su fichaje por el Deportivo, no pare de hablar del conjunto celeste.
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