Previa Celta - Zaragoza: Noventa minutos para aferrarse a la vida


Foto: Ricardo Grobas

El Celta quiere aferrarse a la vida. Debe vencer una batalla que se juega en las catacumbas, entre dos moribundos que buscan un halo de esperanza. Lo necesitan más los vigueses, empujados a la última plaza en el cruel epílogo de Mallorca. El tiempo apremia y los cartuchos se van terminando. Una victoria devuelve la ilusión, una derrota la hace completamente añicos. Transcurridas 31 jornadas, los celestes han alcanzado la recta final del campeonato con un puntaje pésimo y la moral por los suelos. Sin embargo, esta Liga de errores parece empeñada en otorgarle una última oportunidad. Ganar al Zaragoza, un equipo con un mejor pasado pero un presente tan malo o peor que el de los locales –acumula 14 jornadas sin ganar-, es la única posibilidad de sobrevivir. Los maños, un viejo enemigo de dos noches para el olvido, viven en la misma disyuntiva: vencer o acelerar hacia el infierno. Balaídos acoge un duelo de zombis ansiosos por tomar oxígeno.
   
Abel Resino semeja convencido por lo que vio hace tan sólo siete días en el Iberostar de Palma de Mallorca. Pese a lo negativo del resultado, el preparador manchego repetirá propuesta esta noche frente al Zaragoza. Esto es: línea algo más retrasada, más gente en el centro del campo y madurar el encuentro poco a poco. Por ello, no habrá demasiadas modificaciones. Es de esperar que un recuperado Demidov sustituya a Jonathan Vila en el centro de la zaga, mientras que Orellana podría relevar a un Krohn-Dehli que no pasa por su mejor momento.
   
Así pues, el Celta formaría de inicio con Javi Varas en portería y una línea de cuatro en defensa con Jonny, Demidov, Túñez y Roberto Lago. Borja Oubiña y Natxo Insa repetirían en el centro del campo con Álex López un poco más adelantado. Los costados serían cosa de Augusto Fernández y Fabián Orellana, mientras que Mario Bermejo actuaría como delantero centro.
   
Por su parte, los aragoneses llegan al choque igual de apurados que los gallegos. El conjunto dirigido por Manolo Jiménez no conoce la victoria desde el pasado mes de diciembre y tras su derrota el pasado domingo ante el Barcelona cayó por primera vez en mucho tiempo en puestos de descenso. Para el vital partido de Balaídos no podrán contar con el hombre clave de la zaga, un Álvaro que deberá cumplir ciclo de amonestaciones. Quien finalmente sí estará sobre el césped del coliseo vigués será Sapunaru, entre algodones toda la semana.
   
De esta forma, los maños saldrán de inicio con Roberto en portería y Sapunaru, Loovens, Paredes y Abraham en defensa. Movilla y Apoño conformarán el doble pivote que escoltará a una línea de tres mediapuntas compuesta por Rubén Rochina, Rodri y Montañés. Arriba, como única referencia ofensiva, jugará un Hélder Postiga que es la gran esperanza zaragocista.
   
Del Cerro Grande, del comité madrileño, dirigirá un encuentro dramático, de los que se viven con angustia permanente y desfibrilador en mano. Es lo habitual cuando hay tanto en juego. El Celta ha dejado los deberes para el final y se le ha agotado el tiempo. Tiene que ganar, no le queda otra. Vivir o morir. Caer esta noche supondría decir casi adiós a una permanencia que a cada día que pasa parece más complicada. Sin embargo, un triunfo renovaría energías y permitiría afrontar las últimas 6 jornadas enganchado al vagón del tren. Un tren que conduce a la salvación. Un tren en el que hoy viajan seis pasajeros y del que deben apearse tres. Un tren que, hoy sí que sí, puede hacer su última parada en Balaídos.



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