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| JORGE LANDÍN |
El organigrama del cuerpo técnico del Real Club Celta más allá del próximo 30 de junio es toda una incógnita. Cada día que pasa aumentan los rumores sobre la salida del club vigués de Miguel Torrecilla, ya que su contrato finaliza dentro de dos meses.
Todos los dirigentes célticos guardan un absoluto silencio y evitan pronunciarse públicamente acerca de la continuidad del director deportivo, que llegó a Vigo durante el verano de 2009 procedente del Salamanca.
Pero Torrecilla no es el único integrante del organigrama que desconoce su futuro. En su misma situación se encuentra Toni Otero, máximo responsable de las categorías inferiores y con el que nadie ha contactado hasta ahora para hacer un balance de su trabajo e indicarle si desea que siga en el Celta la próxima temporada.
Podría decirse que, en estos momentos, salvar al primer equipo del descenso a Segunda división acapara todo el interés en los despachos del club, pese a que en casos similares vividos en temporadas anteriores (Noguerol, Eusebio Sacristán...) desembocaron en la salida de los implicados.
Mientras, tanto Torrecilla como Otero siguen trabajando e intentando dar un aspecto de normalidad a su diaria actividad laboral. El director deportivo acude casi todas las mañanas a la Ciudad Deportiva de A Madroa para estar lo más cerca posible del primer equipo, mientras que el responsable de las categorías inferiores del club olívico se encuentra inmerso en el tramo final de la temporada con muchos equipos del Celta luchando por títulos en sus respectivas competiciones.
De la continuidad de Toni Otero puede depender que la próxima temporada sigan en el club una buena parte de los entrenadores que están al frente de los equipos juveniles, cadetes, infantiles, alevines y benjamines.
Abel, un año más
Mientras que Torrecilla y Otero desconocen cuál será su futuro deportivo inmediato, la otra cara de la moneda está protagonizada por el técnico del primer equipo, Abel Resino, que tiene contrato asegurado hasta el 30 de junio de 2014, condiciones que pactó con Carlos Mouriño para relevar a Paco Herrera.
El técnico declaró recientemente que está dispuesto a cumplir el compromiso que tiene adquirido con el club, aunque el Celta se viera abocado al descenso y tuviera que jugar el año próximo en Segunda división.
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