Pepe Serer, un trotamundos en el Celta


XOSÉ RAMÓN CASTRO 
La crisis ha golpeado fuerte al fútbol español en los últimos años y cada vez son más los jugadores y técnicos que optan por probar suerte en el extranjero.  Y no siempre en ligas potentes como la inglesa, la italiana o la alemana, ni mucho menos. El emigrante balompédico encuentra destinos cada vez más variopintos, más exóticos, ya sea por obligación o voluntad propia. Hace poco más de una semana, uno de esos trotamundos, Pepe Serer (Quart del Vallés –Valencia–, 1966), aterrizó en Vigo dispuesto a compartir las experiencias vividas en destinos como Croacia, Corea del Sur o Kazajistán. Poco o nada tienen que ver el fútbol y las tradiciones de Seúl o Almaty con la Liga española y el día a día en Vigo, pero el ex futbolista de Barça, Mallorca, Valencia y Villarreal está convencido de que todo lo vivido te ayuda a progresar.

'El entrenador o el futbolista que no intente adquirir y asumir toda la información posible, sea buena o mala, comete un absurdo. Tienes que aprender todo lo que puedas y a partir de ahí, mostrar esos conocimientos a los demás. Hay que morir aprendiendo', explica Pepe Serer, afable en su discurso, tras la sesión de ayer en A Madroa.

Tras colgar las botas en el año 2000, en el que subió a Primera con el Villarreal, Pepe Serer empezó a trabajar en las categorías inferiores del Valencia, en las que ocupó diferentes puestos durante seis temporadas. Posteriormente, pasó a trabajar realizando labores de 'scouting' para el Barcelona, club en el que se formó como jugador y que le dio la oportunidad de probar en diferentes destinos en el extranjero.

Serer trabajó en diferentes campus del Barça tanto en España como lejos de nuestras fronteras. Pasó por Mallorca o Croacia antes de que los dirigentes del club blaugrana le ofrecieran convertirse en el director general de la escuela del Barcelona en Corea del Sur. 'Fue una experiencia apasionante en un país acojonante', asegura. 'Es curioso cómo se vive el fútbol. Allí no protesta nadie, son mucho más respetuosos', añade el técnico.

'Por genética, son futbolistas rápidos, potentes, con una constitución diferente porque los asiáticos tienen un tren inferior algo más bajo. Pero a pesar de tener gente muy rápida, su fútbol es muy lento', explica Serer, que precisamente se ha encontrado en Vigo con uno de los futbolistas surcoreanos más destacados de los últimos tiempos, Park Chu-Young, del que ya tenía referencias. 'El salto es complicado en todos los sentidos, empezando por la comida. Para ellos es difícil igual que para nosotros lo es ir allí', explica sobre el salto de Asia a Europa.

Tras su experiencia en Corea, Serer probó suerte como entrenador en el Kairat Almaty de Kazajistán, equipo al que dirigió durante ocho meses en 2012. 'Fue una experiencia para escribir un libro. Tienen una manera de vivir el fútbol un poco complicada en todos los sentidos. Por el clima, por la profesionalidad de los futbolistas –aunque en mi caso no me puedo quejar–, los árbitros...', afirma. 'Tienen que corregir el tema arbitral porque hay mucha corrupción', asevera.

En Almaty coincidió con el delantero vigués Gustavo Souto, ahora en Nueva Zelanda y con el que mantiene contacto casi diario. 'Es un futbolista bastante aprovechable, con gol y que siempre lo da todo. Tener a tres jugadores españoles allí nos ayudó bastante. En los momentos duros, que los hay y muchos, fueron un apoyo para nosotros', señala. 'Nuestro objetivo era cambiar el fútbol allí, pero no lo conseguimos', lamenta Serer, que compartió labores técnicas en Kazajistán con el entrenador asturiano Ismael Díaz.

De vuelta en España, Serer dirigió las sesiones AFE para jugadores en paro junto a su amigo Miguel Peiró, preparador físico habitual de Abel Resino. Precisamente, de esa amistad surgió la posibilidad de fichar por el Celta. 'Recibí la llamada de Abel y no lo dudé. Soy una persona de retos. No me gusta acomodarme. Estoy a las órdenes del míster, para echarle un cable en todo con el objetivo de sumar y crecer', explica el preparador valenciano, encargado de ocupar el vacío dejado por el denostado Salva Ballesta.

Tras algo más de una semana de trabajo en A Madroa y después de haber debutado con una importante victoria sobre el Granada (2-1), Serer se muestra satisfecho con la evolución de sus nuevos pupilos. 'La gente está progresando, mejorando prácticamente en todo con respecto a lo que nosotros queremos. El míster tiene una idea que los jugadores deben intentar asimilar cuanto antes y se está trabajando muy bien para conseguirlo, con mucha intensidad', apunta Serer, que confía en alcanzar la permanencia a final de temporada. 'Sabemos que es complicado, pero no imposible y el Celta tiene jugadores para asumir ese reto', explica Serer, ilusionado con su estreno como técnico en Primera División.

Borja Barreira / Atlántico Diario  

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