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Hace poco más de una semana que la vida de Abel Resino (Velada, Toledo, 1960) se escribe en clave celeste. Sin embargo, en estos días ya ha visto cómo se celebra una victoria en Balaídos. Llegó y besó el santo, pero sabe que un triunfo puede quedar en anécdota si no se refrenda en los siguientes compromisos. Conoce la dificultad que entraña sacar al Celta del pozo, pero no teme el reto. Le gustaría tener más tiempo y más margen para amasar y cocer a su equipo, pero sabe que no lo hay y no quiere lamentaciones. Quiere puntos.
-¿Qué sensaciones tuvo en su debut en Balaídos?
-Habíamos trabajado con los chicos pero nos quedaba saber cómo iba a ser su comportamiento en el terreno de juego. Lo más importante fue la victoria, que es lo que te reconforta y te da fuerzas para seguir trabajando. Ha servido para meternos en la pelea y seguir creyendo en el trabajo que hemos empezado. Me gustó mucho la actitud del equipo, pero también es cierto que nos hemos encontrado cosas que hay que mejorar bastante.
-¿Qué es lo más urgente?
-Una parte de que el rendimiento no fuera del todo bueno se debió a la situación psicológica. Creo que tuvimos mucha ansiedad en el partido por querer agradar y también por la situación. Hubo momentos en que el equipo estuvo nervioso y nos faltó continuidad. Hemos de mejorar muchas más cosas desde el punto de vista táctico. Para competir en Primera División hay que dar un paso más, tienes que ir cada partido al 120%. No puedes competir pensando «a ver qué ocurre».
-Los primeros diez minutos se vio a un Celta distinto. Defensa más avanzada, más presionante, líneas más juntas, pero luego se diluyó.
-Sí, empezamos muy bien. El equipo salió a comerse al Granada y lo conseguimos al principio, pero el Granada hace un fútbol muy directo, con poca transición y eso nos cuesta mucho para reorganizarnos. El equipo estaba acostumbrado a defender mucho más atrás, y ahora, hasta que vaya cogiendo todos los automatismos y movimientos, tiende a tirar para atrás y eso hace que se parta. Son cosas que tenemos que ir matizando para que el equipo sea capaz de mantener a un nivel alto la presión arriba.
-¿Ese va a ser el Celta de Abel?
-En Primera División juegas contra los mejores. Unas veces eres tú y otras veces eres lo que te dejan ser, pero en concepto sí. Ir más arriba, ser un equipo más alegre, ese es el Celta que yo quiero.
-Da la sensación de que el equipo necesita más contundencia atrás.
-Necesita trabajar todo el equipo defensivamente. Aquí necesitas trabajar con todos. Hay que ir al límite defensivamente, jugando a ese 120%. Si hay jugadores que por el esfuerzo estén para 60 minutos, pues no pasa nada. Lo que no podemos hacer es guardar fuerzas porque queremos jugar el próximo partido.
-¿Qué pasa con el ataque?
-En ataque el equipo ha hecho cosas buenas, pero tiene que ser un poquito más vertical. A veces nos cuesta llegar y pisar área. También tenemos muchos jugadores que jugaban bien entre líneas, pero hay que profundizar más.
-¿Eso conlleva pegar a la línea de cal a Augusto y Krohn-Dehli?
-Tienen que llegar a área. Tenemos que pisar mucho más el área porque es donde se cuece todo. Tenemos que ser mucho más directos. Si tienes una oportunidad clara con dos pases, no tienes por qué esperar a dar veinte. A mí me gusta que mis equipos jueguen, pero también que sean mucho más directos, más verticales, buscar la portería mucho más.
-¿Menos toque, menos floritura?
-Este equipo tenía una forma de jugar muy estructurada, y esa forma no ha llegado a darle resultados y es lo que, lógicamente, a ellos les ha creado inseguridad. Cuando no obtienes resultados de la forma en la que estás jugando empiezas a dejar de creer en ella.
-Quiere un Celta valiente.
-Optimista y valiente. Cuando un equipo de fútbol salta a un terreno de juego se ve su actitud; si das un paso adelante y vas a buscar el partido o si das un paso atrás, que es cuando acabas perdiendo. Prefiero perder por dos y haber estado cerca de la victoria, a perder de 1-0 y haber sido un equipo insulso. Mis equipos siempre han sido valientes, tenemos que ser un equipo que no sea conformistas. Con conformismo no se llega a ningún sitio.
-Uno de los déficits del Celta es la estrategia. ¿Cómo se solventa?
-Habrá que trabajarla. Probar diferentes formas para intentar mejorarla. Hay que mejorar en la estrategia defensiva. Si un equipo como el nuestro sufre, al final tendremos muchos problemas. Ganar en Primera División cuesta muchísimo. Este equipo en Segunda ha ganado relativamente fácil, y ahora cambiar el chip nos ha costado mucho.
Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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