RICARDO GROBAS |
Abel Resino (Velada, Toledo, 1960) asume la dirección del banquillo del Celta convencido de que podrá sacar al equipo del atolladero y salvarlo del descenso. Tras dirigir ayer sus dos primeros entrenamientos y charlar con los capitanes el nuevo técnico ha hecho un diagnóstico y busca soluciones. Resino ha concluido que el Celta tiene calidad para conservar la categoría y detecta cierta insuficiencia a la hora de competir. Las últimas derrotas han acentuado este problema y han hundido al grupo en un estado de confianza generalizado. Más que futbolístico, el Celta tiene un problema de autoestima. "Cuando tienes miedo a perder, acabas perdiendo siempre", subraya el preparador celeste, cuya prioridad es rescatar al grupo del deánimo. "Lo único que necesita el Celta es volver a creer es sí mismo y esto se consigue ganando", sostiene. Y el domingo, ante el Granada, espera dar el primer paso.
- Ha tenido ya la primera toma de contacto con el grupo, ¿qué conclusiones saca?
- Las conclusiones son positivas, más o menos en la línea de lo que yo pensaba Es un equipo que tiene una calidad. Hemos hecho algún tipo de trabajo para ver qué calidad tiene el grupo y la verdad es que es muy buena. Eso más o menos ya lo intuía. A partir de mañana comenzaremos también con el trabajo táctico, sobre todo trabajar el tema defensivo, la idea que quiero en defensa e iremos marcando también unas ideas para el juego de ataque. Es una semana de valoraciones pero pensando también en la competición porque no hay tiempo.
- La competición, como dice, no da tregua y en la situación en que se encuentra el Celta imagino que hay que partir de una base hecha e ir cambiando las cosas poco a poco.
- No es aconsejable un cambio radical. El equipo está ya estructurado de una manera y tiene un estilo de juego acorde con las características de los jugadores. De hecho me han traído al Celta porque mi línea de trabajo como entrenador se parece un poco a la que había aquí. Hacer cambios radicales sería contraproducente. Pero sí que estamos exigiendo mucho y somos conscientes de que tiene que haber un salto a la hora de competir.
- ¿Qué carencias hay que corregir y que virtudes le gustaría potenciar?
- Yo parto de que este equipo tiene y ha hecho cosas buenas con Paco Herrera. Venía de una dinámica de Segunda muy buena, pienso que ha habido no conformismo, pero como no se empezó mal, igual se pensó de que la Primera era más fácil.
- ¿Cree entonces que el equipo se confió de más, que ha pagado un exceso de confianza?
- Bueno si no confiarse, sí que es cierto que esos buenos resultados conseguidos jugando bastante bien al fútbol han podido llevar a pensar que la Primera era más fácil de que es. La Primera te obliga a competir al máximo todos los minutos del partido. Cuando las cosas se tuercen es cuando se ve la capacidad de reacción que tiene el grupo y ahí es donde ha faltado un poco de empaque.
- Su predecesor, Paco Herrera, se quejaba un poco de que el grupo es un poco blandito, que le falta un punto de mala leche ¿Coincide con este análisis?
- Hombre, es un buen grupo...
- Me refiero a la hora de competir.
- Entiendo por dónde vas. Está claro que tenemos que subir el nivel en este aspecto. Se necesita porque es un momento delicado. Pero también te digo que una victoria cambia las cosas. Cambia la mentalidad y las cosas no se ven tal mal. Necesitamos encontrar una victoria para volver a creer. Eso es fundamental.
- La cuestión es que el Celta no ha enlazado dos triunfos por sus dificultades para competir fuera de casa. ¿Cómo piensa poner remedio a este problema?
- Eso es una cuestión mental. Hoy se lo he explicado a ellos. Si vosotros sabéis jugar al fútbol y estáis preparados para correr es una cuestión de planteamiento y mentalidad. Es cuestión de insistir en esto. Este equipo lo ha hecho bien y lo único que necesita es volver a creer en sí mismo. Tiene que recuperar su autoestima, eso es lo principal.
- Es decir que percibe más un problema psicológico que futbolístico.
- Así es, lo importante es que el jugador se reencuentre, que vuelva a creer. Y solo hay un modo de conseguirlo: ganando.
- ¿Y cómo se le convence?
- Pues a base de charlas y de persuasión. Hay que incidir para que el discurso les llegue. No hay otra manera posible de hacerlo. La predisposición está y los chicos trabajan y es importante. Quizá, ahora mismo, el entorno los ve peor de lo que son. No se les ha olvidado tocar el balón.
- No sé si esto también ha jugado en su contra porque le ha faltado sentido práctico para manejar los partidos. Luis García Plaza, el técnico del Getafe, lo resumía muy bien: "El Celta juega vistoso, pero no gana".
- Qué duda cabe y este problema se ha ido acentuando a medida que han pasado los partidos. Y si pierdes tres o cuatro se encienden las alarmas. Y todo eso va en contra del grupo. Hay que buscar a los jugadores que tengan mayor tirón para que unos contagien a los otros.
- Desde este punto de vista, ¿qué papel espera que jueguen los veteranos?
- Los capitanes y los veteranos son los que tienen que hacer que cunda el ejemplo. Tienen que ser los portavoces del entrenador dentro del campo y los que se exijan a sí mismos y a los demás. Esa cadena tiene que producirse.
- Esta mañana ha tenido una charla con los capitanes. ¿Detecta ese compromiso que exige?
-Sí, y son conscientes de que tienen que mejorar y que hay que salir de esta situación de desconfianza general.
- ¿La desconfianza es el mayor enemigo de este equipo?
- Claro, si tienes miedo a perder, acabas perdiendo siempre.
- Se ha dicho hasta la saciedad y los números lo atestiguan que el Celta tiene un problema de gol. Y que el gol depende de un solo jugador. ¿Qué análisis hace de esta situación?
- Este no es un problema solo del Celta, sino de la mayoría los equipos que están abajo. Pero creo que tenemos alternativas a Iago, está Park, está Bermejo...
- Pero Park, que se suponía de debía hacer la diferencia, lleva unos números muy pobres.
- Bueno, a veces la barrera del idioma produce aislamiento y se detraen un poco. He hablado con él para decirle que cuento con él, que viene del Arsenal y que tiene que ser un jugador importante para que el Celta esté el año que viene en Primera.
- Suponiendo que el corte de la salvación esté sobre los 40 puntos va a ser necesario ganar siete partidos, la mitad de los que quedan. Son muchos.
- Es cierto que es un reto difícil también bonito y lo he aceptado. Si supiera al cien por cien que no lo iba a lograr no habría venido. No sé si lo vamos a conseguir pero lo vamos a intentar hasta el último segundo. Parto de la dificultad pero para mejorar. Estoy convencido de que si ganamos el domingo vamos a experimentar un gran cambio.
- Pero ha dicho que no lo considera una final.
- No porque sería meternos una presión excesiva. Sería pensar que si perdemos se acaba el mundo y lo que hay que conseguir es que los otros también lo tengan difícil.
- ¿Le molesta la polvareda que se ha levantado por el asunto de Salva Ballesta?
- Un poco, la verdad, y quiero zanjarlo. Se ha hablado demasiado y cuando se habla demasiado muchas veces se distorsiona la realidad.
- ¿Piensa que el Celta lo ha vetado por sus ideas políticas?
- No, lo ha dicho el presidente esta mañana. Ellos valoraron todas las consecuencias y decidieron que era complicado que viniera, pero no por un problema de opción política. Han pensado por lo que sea, no sé si hubo un problema con algún sector de la afición de Balaídos, que no era aconsejable.
-¿Le preocupa que todo esta polémica desvíe la atención del partido con el Granada?
- No porque los jugadores son totalmente ajenos a esto. No me preocupa para nada.
Jaime Conde / Faro de Vigo
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