Karpinha recuerda con especial cariño al futbolista del que toma su sobrenombre -el estonio Valeri Karpin-, pero cree que la plantilla actual tiene poco que envidiar a aquel EuroCelta y, de hecho, confía en que las tardes de gloria volverán antes de lo que la mayoría pueda pensar, de la mano de los canteranos que ahora pueblan el primer equipo. De momento, no le cabe duda de que el conjunto logrará mantener esta temporada la máxima categoría recuperada tras cinco años que culminaron con el ascenso del pasado junio, que está entre los mejores momentos de los muchos buenos que recuerda haber vivido en Balaídos.
“Karpin fue mi primer ídolo, una joya que pasó por Balaídos”
-El
origen de este sobrenombre que usas está claro, ¿te lo puso alguien o
tú misma? ¿Qué supone Karpin para ti y qué crees que supuso para el
Celta?
-Karpinha nació en un segundo delante de la pantalla de registro de DelCelta.com en 2005. Karpin fue mi primer ídolo,
con todo lo que ello significa para un/a niño/a. Para mí, era el
mejor, razonamientos futbolísticos aparte. Si dicen que el primer amor
deja huella, yo creo que el primer ídolo también. Su carácter, sus
ganas, su fuerza, su fútbol, su compromiso… eso no se olvida. Para el Celta creo que fue uno de los grandes baluartes en los años de gloria europea. Hizo del “carril del 8” un arma a temer por parte de cada equipo rival. Una joya que pasó por Balaídos.
-¿Hay algún jugador actual que esté a la misma altura o se acerque a lo que significó él en su día para ti?
Para muchos puede que diga una burrada, pero la plantilla del Celta actual está dotada de jugadores más “idolatrables” incluso que los del EuroCelta.
Es mucho más fácil sentirnos identificados con ellos. No por su lugar
de nacimiento, que también, sino por la naturalidad y la habilidad que
tienen para hacer del Celta un orgullo personal. La profesionalidad, el
compromiso y el hambre de fútbol (de salón) que demuestran partido a partido.
Las plantillas de finales de los 90 nos dieron tardes y noches de sueños. Pero a mí estos chicos me devolvieron la capacidad de soñar que los Pepe Murcia, López Caro y compañía me habían secuestrado.
Con estos jugadores que tenemos, creciendo año a año, volver a las
tardes y noches de sueños europeos es cuestión de tiempo. Y yo no tengo
prisa.
Y si dentro de este vestuario hay un hombre que lleva la calificación de ídolo adherida al ADN es Borja Oubiña.
-Si no me equivoco, en tu Twitter no figuran tus apellidos ni foto, y tampoco en tu blog, ¿hay en el uso de “Karpinha” intención de permanecer, en cierta medida, en el anonimato?
-Sí
y no. No pretendo esconder quien soy. Mi nombre completo sí ha
aparecido varias veces y en el tema foto es cierto que soy cobardica a
la hora de darme a conocer.
El
año pasado en el viaje a Valladolid se supo en el bus y los que estaban
allí pueden dar fe que me puse muy nerviosa y me hice pequeñita en el
asiento. Lo de pasar desapercibida va más conmigo.
-Las redes sociales han sido una gran vía de difusión de tus vídeos, pero a veces también suponen medio donde se pone de manifiesto la violencia en la rivalidad entre equipos. ¿Qué opinas de esto y cómo vives tú esa rivalidad en el caso Celta-Dépor?
Todo
lo que sea rivalidad sana bien entendida lo veo bien. El morbo de la
tensión añadida que da un derbi con el Coruña convierte la victoria en
una cuestión más de orgullo propio que de sumar tres puntos. Como
aficionado te lo llevas a lo personal enriqueciendo la importancia de
ese encuentro.
Pero todo
aquel que quiera estropear el ambiente reventando lunas de autobuses o
buscando pelea se representa sólo a sí mismo y se separa
significativamente de lo que significa ser aficionado de un equipo de
fútbol. El envolver un encuentro deportivo en un halo de miedo por lo que pueda pasar si te cruzas con estos o aquellos… No lo entiendo.
“No creo que exista una forma modélica de amar al Celta. Afortunadamente, hay miles”
-Para muchos eres un modelo de celtismo, ¿quién sería para ti el modelo de celtista a seguir si es que lo tienes?
No
creo en el celtista modelo y mucho menos me considero yo modelo de
nada. Cada uno vive al Celta a su manera, es verdad que en el fondo hay
un sentir que nos es común a todos los que estamos detrás del equipo. Un
latido común, como diría yo. Pero no creo que exista una forma modélica de amar al Celta. Afortunadamente hay miles y miles.
Una por cada loco/a que llega a este mundo con la decisión heroica de
poner el corazón a disposición de las idas y venidas de un equipo de
fútbol subido a una permanente montaña rusa de sensaciones y momentos
dispares. Quizá no siempre halle el modo de hacerte sonreír, pero
siempre hallará la manera de hacerte feliz.
-¿Alguna
vez te han dicho eso de que “las chicas no entienden de fútbol” o
similares? ¿Crees que ese tipo de comentarios ya son cosa completamente
del pasado?
-Creo que nunca me lo han dicho. Por suerte, esa visión del fútbol como “cosa de hombres” se quedó muy atrás ya.
"Quien no estuvo en Balaídos el 23 de mayo nunca se podrá hacer una idea de lo que fue"
-¿Cuáles son el peor y el mejor momento que has vivido en Balaídos?
-El peor momento, los descensos
de la 2003-2004 y la 2006-2007. Esa sensación de quedarte clavada en la
grada incapaz de asumir lo ya inevitable. Ver a la gente saliendo del
estadio con silencio fúnebre y lágrimas mudas. No hay consuelo en ese
momento. El mejor, como contrapartida de lo anterior, los ascensos.
Pero también hay encuentros que por sí mismos constituyen momentos memorables y para mí uno de esos fue el partido ante el Celtic de Glasgow.
La previa en los alrededores de Balaídos fue apoteósica. El
batiburrillo que había entorno al estadio entre las dos aficiones ebrias
de ganas de fútbol (y también de alcohol, jaja) superaban cualquier
barrera idiomática a base de buen rollismo. Memorable.
Más reciente, y no menos importante por haberse disputado en la categoría de plata, destacaría el encuentro de la pospuesta jornada 30 ante el Xerez de la temporada pasada -el
Celta, que se jugaba el ascenso, se vio a las primeras de cambio con el
marcador en contra y en inferioridad numérica tras penalti y expulsión
de Sergio; el resultado final , sin embargo, fue 4-1 con tantos de Iago
(2), Álex López y Orellana-. El que estuvo en Balaídos el 23 de mayo a partir de las 20:00 horas sabe porqué, el que no… jamás llegará a hacerse una idea.
-Para terminar, ¿en qué zona de la tabla ves al Celta en la jornada 38?
-En la zona tranquila. No me atrevo a dar un puesto pero espero conseguir ese objetivo de salvarnos matemáticamente unas semanitas antes del final de Liga.
Seguir en Twitter: @miriamvf
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