Aspas madura en Primera


DE ARCOS
El sábado, cuando Undiano Mallenco pite el inicio del partido, muchas focos recaerán sobre Iago Aspas. El delantero de Moaña se ha ganado, quizás sin proponérselo, ser el futbolista más mediático del equipo vigués. Su fútbol, su garra y sus declaraciones le han situado en primera línea. La temporada pasada sus goles dieron aliento al Real Club Celta, y su juego, que sigue creciendo, le ha colocado en el escaparate de un tiempo para esta parte. Todos miran hacia él.

Aspas vive el fútbol con pasión. Sin medias tintas, aunque su llegada a Primera División se ha visto acompañada de mayor mesura. Ha crecido sobre el césped, pero también en sus aledaños. En la máxima categoría se ha presentado con las ideas claras, el temperamento más sereno y con el desparpajo de quién no entiende de miedos escénicos.

El moañés se ha ganado a pulso ser la referencia ofensiva del Celta, y el próximo sábado, cuando salte al terreno de juego para verse las caras con el Deportivo, a muchos les resultará inevitable seguirle. Sus declaraciones casi incendiarias de la pasada campaña han dejado paso a un discurso aséptico, casi ensayado en el que huye de charcos. Centra el tiro en el partido y se aleja de polémicas. Reserva para el césped su devoción por el fútbol y por el escudo del Celta. Ahí es donde se suelta. Quizás por eso resume la esencia del celtismo.

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