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| ALBERTO LIJÓ |
Una vez finalizado el mercado de verano, y cerradas todas las entradas y salidas de la plantilla, el Celta centra sus esfuerzos en renovar a sus principales activos. El pasado domingo cerró la renovación de Iago Aspas, cuyos emolumentos se multiplican aproximadamente por cuatro con respecto a lo que cobraba en Segunda (el ascenso incluía una sustancial mejora de contrato para casi todos los jugadores), llega el turno para las siguientes renovaciones que iremos desgranando poco a poco, basándonos en informaciones propias y también en lo que podemos leer hoy en Faro de Vigo.
El caso más urgente es el de Roberto Lago. El del Calvario concluye contrato el próximo año y es uno de los futbolistas mejor vistos en el mercado. El año pasado tonteó con el Betis y estuvo a un paso del Granada. Su traspaso al conjunto nazarí estaba casi cerrado pero a última hora Carlos Mouriño se echó atrás al no convencerle los modos de pago, más parecidos a una hipoteca a cuarenta años que a un traspaso normal. Durante este verano su nombre también sonó para el Valencia, aunque no con la suficiente fuerza.
Es difícil de comprender lo que sucede exactamente en el caso Roberto Lago. El club insiste en que es un valor que quiere proteger y siempre se muestra dispuesto a renovarle, y el futbolista siempre admite en público que está dispuesto a escuchar al club, pero al mismo tiempo asegura que el club no se ha puesto en contacto con él. Todo lo contrario a lo que dice el Celta. En el invierno de 2011, el conjunto vigués cerró la renovación de todos sus canteranos, con la excepción de Toni, que estaba en Huesca, Túñez y Roberto Lago. En aquella ocasión el motivo aducido por el club fue que había problemas entre Roberto Lago y su agente y que esperaban a que se resolvieran para proponerle la ampliación de su contrato.
El caso es que esos problemas parecen estar resueltos, ya que Lago ha cambiado de agente, pero sigue sin producirse un acuerdo que, por otro lado, el club siempre dice que será inminente. Lago concluye contrato el próximo 30 de junio, y a partir del 1 de enero de 2013 será libre para negociar con cualquier club. Su salida del club, si se produjese el próximo verano, no dejaría un solo euro en las arcas celestes. Por proyección, Roberto Lago está en una edad ideal para negociar un nuevo contrato, mucho más cuando el club sabe que podría perder al futbolista y no recibir compensación económica alguna. Será un tema que dará mucho que hablar en los próximos meses y cuya resolución no parece sencilla.
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