¡Que no se acabe nunca!


JOSÉ LORES
Algo bueno nos han dejado los cinco años en Segunda. El celtismo se ha regenerado, tal vez no en número, ya que las cifras siguen siendo discretas, pero si en calidad. En la tarde de ayer, cada una de las 17.300 almas que acudieron a Balaídos pusieron su granito de arena para que los tres puntos se quedaran en casa. Balaídos ya aporta al Celta, y es algo que no ha pasado desapercibido para ninguno de los protagonistas en el día de ayer. Destacaba Herrera, a la conclusión del partido, el apoyo de la afición. El técnico catalán siempre ha elogiado a la afición y no se cansa de hacerlo: "Siempre se dice que es una afición crítica, difícil. Yo solo he encontrado ayuda y apoyos, para mí es de diez", manifestó el preparador celeste, que quiso destacar su respuesta en la primera jornada: "En el primer partido yo salí con la cabeza agachada porque habíamos perdido, pero muy orgulloso de nuestra afición porque nos despidió dándonos fuerza". 

En la misma línea estaban sus pupilos. Los jugadores son los primeros que sienten el apoyo de la afición. Hugo Mallo comentó al final del partido que "da gusto ver Balaídos", y lanzaba una premonición cargada de optimismo: "A lo largo de la temporada irá a más". Por su parte, Borja Oubiña, el capitán celeste, aseguraba que "es más bonito ganar delante de nuestra gente porque trabajamos para ellos". El veterano futbolista celeste ha vivido épocas más difíciles, en las que la relación con la grada era complicada, por eso valora tanto lo que se vive actualmente: "El ambiente es fantástico. Encajamos el gol y el primero que se levanta y anima es el público. Queremos que esto no se acabe", proclamó el pivote celeste. 

Sin duda, gran parte de la responsabilidad de esta metamorfosis del viejo estadio de Fragoso se debe a la aparición de nuevas peñas situadas en gradas que no se caracterizaban por su apoyo incondicional al club. Irmandiños, en Río Bajo, y Preferencia Celeste en la grada que llevan en su nombre, ha dotado al estadio de un reparto del cariño más lógico y mejor distribuido. Las nuevas peñas ayudan a otras veteranas como Celtarras, Comando Celta, Centolos o Carcamáns, situadas todas en una zona cercana. La juventud de los integrantes de las nuevas formaciones de celtistas impulsan el futuro de una afición que ha sabido adaptarse a los tiempos y que poco a poco entiende lo mucho que puede aportar a su equipo. Emociona ver así a Balaídos. Parafraseando a Borja Oubiña, que esto no se acabe nunca. 

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