El triunfo de los recién llegados


Foto: Xoán Carlos Gil
Nueva e importante victoria de un Celta que poco a poco comienza a tomarle el ritmo a la categoría. Al contrario que en otras ocasiones, en las que el triunfo esquivó a las buenas maneras de los celestes, el conjunto dirigido por Paco Herrera fue capaz de amarrar los 3 puntos en un partido en el que se mostró superior a su rival y en el que sólo la falta de puntería impidió un final más tranquilo. El Getafe, un equipo construido para pelear por Europa, sucumbió en Balaídos con total merecimiento. Apoyados en la calidad de sus recientes incorporaciones, los célticos se alzaron con un triunfo que frena cualquier conato de duda, que aleja las posiciones de descenso y que debe cargar de moral al plantel de cara al duro calendario que se avecina.
   
Fue el triunfo de los recién llegados, especialmente de un Park que hizo buena aquella frase de “llegar y besar el santo”. El coreano necesitó apenas unos instantes para desnivelar un partido que dos minutos de pájara celeste habían devuelto al empate. Fue su única aportación relevante más allá de una buena jugada que terminó con un disparo desviado, pero tampoco se le puede pedir más. Llegó a Vigo para hacer goles y por lo de pronto uno de ellos ya ha dado 3 puntos de oro. Corea ya canta los goles del Celta y Park ya celebra en castellano. Gran noticia.
   
Pero antes del éxtasis asiático, el Celta mandaba con comodidad en el encuentro. La defensa, comandada por un gran Cabral, apenas sufría. El Getafe tan sólo inquietaba a la espalda de un Túñez un tanto despistado. Oubiña y Álex López sostenían al equipo en la medular, mientras Aspas ponía el peligro en los primeros minutos. Junto al moañés, un danés y un argentino comenzaron a explicar el por qué de su fichaje.
   
Augusto Fernández, ese futbolista al que algunos querían sentenciar después de Anoeta, mostró su mejor versión, aquella que insinuaba por momentos pero que no terminaba de confirmar. Carente de velocidad, como ya se sabía, pero con una calidad técnica exquisita. Se asoció, se movió y creó peligro desde el costado diestro. Además, se sacrificó en tareas defensivas ayudando a Hugo Mallo en su lucha con Diego Castro. Redondeó su buen partido con un gol, el primero de los muchos que se esperan de un extremo con llegada como él. Va cogiendo ritmo poco a poco y una vez que llegue a su plenitud física marcará las diferencias.
   
Al igual que ya empieza a hacer un superlativo Michael Krohn-Dehli. El danés, algo apagado en los primeros compases, se entonó al término de la primera mitad y terminó por ofrecer un auténtico recital en el segundo acto. Suyas fueron las dos asistencias que terminaron en gol y también varias jugadas de peligro en el tramo final del encuentro. Completó un partido sobresaliente dando buena cuenta de su calidad e ilusionando a una afición que empieza a ver en él a un digno sustituto de Orellana. El chileno dejó el listón muy alto, pero Krohn-Dehli ha comenzado con buen pie y ya encandila a la grada con pases de auténtico genio como el del primer gol.
   
El salto de categoría precisaba de un salto de calidad que ir a buscar al mercado de fichajes. Aunque todavía es pronto para valoraciones, parece que el Celta ha dado con la tecla. Ayer fueron las caras nuevas, desde Cabral hasta Park, los que desnivelaron el partido en favor de los celestes. Un partido que había que ganar y que se ganó desde el buen fútbol. Como dijo Paco Herrera, “este es el camino”.

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