J.V. LANDIN |
Tres temporadas después de su última visita, el Celta regresa este sábado a Anoeta. El equipo gallego ha adquirido una inesperada importancia en la historia reciente txuri-urdin, al haber sido la víctima en el partido del ascenso en 2010 y el verdugo en la penúltima jornada en 2003, en la que dejó sin título de Liga a los de Denoueix.
Xabi Prieto es uno de los muchos realistas que celebraron el regreso a Primera el 13 de de junio de 2010. “Guardo mejor recuerdo del partido que viví contra el Celta como jugador que el anterior, sobre todo porque nos dio la opción de sellar el ascenso. Tengo las imágenes mucho más frescas al ser bastante reciente. Fue una tarde fantástica en la que conseguimos ganar el partido y devolver a la Real donde siempre merece estar, que es en Primera División”, declaró a Terra.
Los realistas no olvidan el clima de euforia que se vivieron esos días en la capital guipuzcoana: “El ambiente fue espectacular. En partidos anteriores también se vivieron grandes llenos, pero ese era el día en el que todos esperábamos lograr el ascenso. Incluso antes de salir del hotel había muchísima gente esperándonos y animándonos. Fue una pasada, una jornada que los protagonistas no vamos a poder olvidar en la vida”.
El momento clave del duelo llegó en el minuto 56, cuando el colegiado señaló un penalti a favor de la Real y el especialista blanquiazul, Xabi Prieto, asumió la responsabilidad de ejecutarlo: “No sé si ha sido en el que más presión he sentido. Recuerdo además que el árbitro me lo mandó repetir. Nunca es fácil tirar en momentos así, porque tienes en la cabeza la posibilidad de fallar. La presión siempre se tiene”.
La alegría del gol se vio empañada por la lesión que sufrió al doblarse el tobillo saltando una de las vallas publicitarias: “Me lesioné el tobillo y tuve que pasarme todo el verano cojo. Pero bueno, mereció la pena. Salté la valla y fui donde unos amigos que sé que se sientan ahí. Creo que ni se dieron cuenta de que me había hecho daño. Yo al menos les veía tan contentos, como también estaba yo”.
Xabi Prieto todavía no había llegado al primer equipo en 2003, por lo que lloró como un aficionado más la derrota en Balaídos por 3-2 que impidió el tercer título de Liga de la Real: “Fue una pena el final. Todos tenemos en mente el empate contra el Valencia de la jornada anterior y la derrota en Vigo. Fue una pena después del temporadón que se hizo que no se pudiera coronar con otro título de Liga”.
El vestuario realista no se fía del recién ascendido y destaca el buen fútbol que práctica y los muchos canteranos que suele utilizar Paco Herrera en sus alineaciones: “Los equipos que confían en la gente de casa tarde o temprano recogen sus frutos. El mejor ejemplo es la Real, que apostando por la cantera ha vuelto a su sitio, se ha asentado en la elite y se ha saneado económicamente. El Celta ha llegado así a Primera y tendrá las mismas ganas de consolidarse. Es un rival peligroso, al que le hemos visto jugar muy bien al fútbol”.
Mikel Recalde - Terra
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